La muerte por infarto de un visitante en plena calle empaña el final de las fiestas de Tibi
SG/Escaparate. El del 25 de julio no resultó un buen día para despedir las fiestas patronales de Tibi. Y es que en la penúltima sesión de vaca de 2004, la de las 19 horas, ocurrieron dos hechos que arruinaron el ánimo de muchos de los presentes.
El primero de ellos, cronológicamente hablando, fue el percance sufrido por J.B.O., vecino de Tibi de 61 años, quien fue embestido por una res a los pocos minutos de haberse iniciado los festejos.
El momento de la cogida se produjo cuando una vaca saltó sobre la típica tarima desde la que muchos mozos suelen citar a los animales. El herido fue el único que no pudo reaccionar a tiempo ante la reacción del astado y fue prendido en su muslo derecho, a la altura de la rodilla.
Por su condición de diabético, J.B.O. hubo de ser trasladado al Hospital de San Juan en la única UCI que se hallaba en el recinto (la otra ambulancia contratada por el Ayuntamiento sólo servía para traslados menos graves). Y ante tal circunstancia, el jefe de los servicios médicos recomendó la suspensión de la sesión, algo a lo que accedieron los responsables municipales.
Muerte en plena calle
Fue en ese intervalo de tiempo, con la vaca suspendida y sin UCI en el recinto, cuando J.S.V., vecino de San Vicente de 52 años, comenzó a sentirse mal. Acompañado por su esposa y otros familiares, intentó reponerse en la sede de la peña Som Prou, donde le sirvieron un refresco. Sin embargo, y cuando se hallaba a la altura de la calle Els Cantonets, J.S.V. cayó al suelo fulminado por una parada cardiorespiratoria. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron precipitadamente algunos vecinos, junto con agentes de la Guardia Civil, quienes trataron inutilmente de reanimarle. Posteriormente, cuando llegó el médico oficial de la vaca, ya sólo pudo certificar su fallecimiento.
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