Escaparate/Ibi. Una dotación del cuerpo de bomberos de la Montaña tuvo que intervenir el pasado domingo en el rescate de un niño de tres años del interior de un pozo de casi 20 metros de profundidad.

El incidente ocurría sobre las 20 horas en una finca de la partida de Campos. La familia, formada por los padres, los pequeños trillizos de tres años y la hermana menor, paseaba por los terrenos de su propiedad, cuando los niños se subieron a una pequeña elevación formada por ladrillos y cemento, sin saber que se trataba de un pozo de agua clausurado desde hacía más de 40 años.

El deterioro de los materiales provocó que uno de los trillizos cayera al interior. Afortunadamente la poca agua que había en el fondo amortiguó la caída y, además, sólo le cubría medio cuerpo, lo que facilitó que el niño pudiera aguantar hasta ser rescatado. Una llamada del padre al 112 fue suficiente para que en media hora, efectivos del parque de bomberos, Guardia Civil, Policía Local y ambulancia, acudieran al lugar.

Se colocó una escalera en horizontal para crear una polea por la que bajó un bombero que subió a la superficie al pequeño. El niño presentaba varias heridas en el rostro, debido al roce con la pared del pozo que sufrió durante su caída. En ningún momento perdió la consciencia, según fuentes de la familia, y sin apenas llorar les pedía a sus padres que “tiraran una escalera para sacarlo de allí”. Fue trasladado al hospital de Alcoy, donde permaneció en observación, sobre todo por si había ingerido agua en mal estado.