Escaparate/Ibi. Un grupo de quince vecinos de un edificio situado en la plaza del Jogueters tuvo que ser desalojado el domingo de sus viviendas a causa del peligro que podían correr debido al incendio que se había desatado a la puerta de su casa.

El incidente ocurría pasadas las siete de la mañana del domingo 6 de abril, cuando restos de las obras de la plaza Reyes Magos, amontados en un rincón de la plaza Jogueters, a los pies del edificio siniestrado, comenzaron a arder de manera intencionada.

Sólo media hora antes, se producía otro incendio en unos contenedores de la avenida Juan Carlos I, a los que acudió una dotación de bomberos para sofocar las llamas. Esta misma dotación fue la que se desplazó hasta el edificio, alertados por un ciclista que estaba en el barrio y vio las llamas. Bomberos y agentes de la Policía Local fueron los encargados de desalojar a los vecinos porque el fuego y el humo entraba en balcones y ventanas.

Gumersindo Oyonarte, vecino del primer piso y uno de los más afectados explica que hubo mucho desconcierto y temor porque había humo en el interior de las viviendas y hacía mucho calor. Durante varios minutos temieron por la vida de un joven vecino, que en esos momentos estaba sólo en casa, y que a pesar de los múltiples intentos, no conseguían despertar. La tos, seguramente provocada por el humo, fue la que lo levantó de la cama para abandonar su piso.

Durante media hora, los vecinos permanecieron en la calle a la espera de que finalizaran los trabajos de extinción y la zona quedara libre de cualquier peligro.

El fuego ha afectado a una parte de la fachada del edificio, calcinando por completo el aparato de aire acondicionado del primer piso y chamuscando varias persianas. Además, “el olor a quemado ha quedado impregnado en las paredes”, comenta Oyonarte. La Comunidad ha presentado una denuncia en la Guardia Civil, por estos hechos.

Fuentes policiales están investigando los incidentes y, aunque todavía no se ha producido ninguna detención, existen pistas fehacientes de los autores de estos incendios.

Los vecinos lamentan estos hechos que podrían haber sido más graves, puesto que, según narra Oyonarte, había muy cerca un bidón con líquido inflamable. Opinan que no debería haberse dejado tanto material acumulado de obra en la calle, además de fácil acceso para cualquiera. Reconocen que los autores son los responsables de estos hechos, por eso, piden más vigilancia policial.