Un trágico accidente laboral acabó el lunes 11 de enero con la vida de Ángel Sáez Navarro, de 42 años, empleado de la empresa de electricidad Julián Grande. El grave suceso ocurrió mientras la víctima y un compañero realizaban trabajos en una nave de la empresa Smurfit Kappa y, por razones que todavía se desconocen, según el gerente de la empresa de electricidad, la víctima quedó atrapada debajo de una máquina elevadora perdiendo la vida al instante, al quedar aplastada la cabeza.
A consecuencia de lo sucedido, su compañero tuvo que ser atendido de un fuerte ataque de ansiedad e, incluso, ingresado en un centro hospitalario, debido al fuerte impacto.
La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación para escalecer las causas de este grave accidente, en la que está interviniendo también la inspección de trabajo y riesgos laborales, según fuentes cercanas al caso. De hecho, transcurrida casi una semana del accidente todavía prosigue la investigación y se han producido algunas declaraciones en el juzgado, como las del compañero de la víctima.
Nadie se explica lo sucedido porque según Julián Grande, la máquina donde se produjo el siniestro, propiedad de Smurfit Kappa, es una de las más modernas y seguras del mercado. Está provista de un mecanismo hidráulico para que descienda lentamente y, además, avisa mediante un sonido intermitente de los movimientos que realiza. Por eso, achaca lo sucedido a un fallo humano y fortuito.
El suceso, que ocurrió sobre las diez de la mañana, causó gran conmoción en Ibi al tratarse de una persona muy conocida. A la víctima se le practicó la autopsia y fue enterrada el miércoles.