El equipo de gobierno contempla como única solución para acometer las obras de reforma en la antigua fábrica Pilen, desalojar a todas las asociaciones instaladas allí mientras duran los trabajos.

Así lo está transmitiendo la alcaldesa, Mayte Parra, y la concejal de Servicios Públicos, Rosa Ibáñez, a los colectivos afectados, con los que han comenzado a reunirse.

La primera edil los está convocando por separado para explicarles el proyecto y mostrarles las ubicaciones provisionales que se barajan.

Las asociaciones instaladas en la Pilen acordaron hace varias semanas una serie de propuestas conjuntas para trasladar a la alcaldesa. Pedían la elaboración de un estudio alternativo al proyecto para que las obras se efectuasen sin necesidad de quitar tabiques ni levantar suelos. En el escrito que enviaron al Ayuntamiento explicaban que existen alternativas avaladas por otros técnicos. Esta propuesta ha sido rechazada de plano, según ha explicado a este periódico el presidente de la Asociación Amics de les Muntanyes, Josep Lluis Hernández, con el que se reunió el jueves por la mañana. Para el Ayuntamiento, añade, “no existe otra alternativa que el desalojo”.

A este colectivo se le ha propuesto trasladarse a una de las naves nido recién construidas en el polígono. La decisión final, explica Hernández, deberá adoptarse por la asamblea. Considera que puede ser un buen sitio por las grandes dimensiones del local pero tiene el inconveniente de que está muy alejado de la población. La alcaldesa y la concejal de Servicios Públicos están proponiendo diferentes ubicaciones en función de las necesidades de cada asociación.

Los plazos marcados son iniciar el desalojo este verano para que en septiembre puedan comenzar las obras, que finalizarán en enero. Entonces comenzará la recolocación.