De extremistas o cómo aprender una lección
Por José Antonio Onsurbe Martínez
La normal convivencia de un pueblo no debe verse nunca alterada por el radicalismo de ningún signo político. Nuestra ciudad se vio la semana pasada afectada por un gran montaje mediático y de rumores infundados que han infringido en nuestra ciudadanía el desasosiego, la incertidumbre y hasta el miedo sin fundamento alguno.
Sin ánimo de ser exhaustivo, estos han sido los hechos acaecidos:
1º. El pasado mes de octubre se recibe en el Ayto. de Ibi escrito mediante fax, remitido por la Subdelegación del Gobierno en Alicante, informando de la solicitud de llevar a cabo una manifestación en Ibi por parte de Alianza Nacional, defensores del nacional socialismo, bajo el lema “Por la prioridad del trabajo para los españoles”, en dicho fax se hace constar que si existen razones fundadas de que se puedan producir alteraciones del orden público con peligro para personas o bienes, se comunique en 24 horas para “adoptar la resolución que proceda”.
2º. No conociéndose por parte del Ayto. ni de la policía local antecedentes de ese supuesto en ese momento, puesto que dicha formación política había llevado a cabo manifestaciones sin incidentes en nuestra provincia, aún con sorpresa por el hecho de la convocatoria, se asume con normalidad tal solicitud. Normalidad demostrada, al final, por los hechos.
3º. Días después comienza a producirse una proliferación de informaciones alarmistas promovidas tanto desde los grupos de la oposición como en foros de Internet, manipulando la conciencia colectiva y lanzando mensajes alarmistas basados en la falsa hipótesis de que la manifestación de Alianza Nacional iba a ser contestada y repelida por movimientos anti sistema y de extrema izquierda, lo cual desembocaría en graves incidentes y serios problemas de seguridad en la localidad, llegando a difundir rumores y falacias malintencionados sobre la presencia incluso de bandas como los “Latin Kings” o la asistencia a la manifestación de decenas de autobuses de “skinheads”.
4º. Ante la magnitud de tales rumores y su repercusión, aunque infundados, se hace un llamamiento público a la calma y a la normalidad democrática de un Estado de Derecho por parte de la Alcaldesa en varios medios de comunicación, a la vez que se suceden escritos remitidos a la Subdelegación del Gobierno alertando de esta nueva circunstancia y de la posibilidad de altercados, si al final se llegan a producir las anunciadas contra manifestaciones por parte de los extremistas de izquierda. En dichos escritos se responsabiliza a la Subdelegada del Gobierno, en caso de mantener la autorización de la marcha y producirse incidentes, a la vez que se le conmina a establecer las correspondientes medidas de seguridad. Toda vez que la manifestación se va a realizar según advierte la Subdelegación, se requiere por parte del Ayto. un cambio en el itinerario propuesto por los organizadores a fin de que no discurra por el Casco Antiguo, espacio habitual de los pasacalles de las “creuás” de moros y cristianos.
5º. En Comisión Informativa extraordinaria de seguridad celebrada para informar sobre la situación generada, los grupos de la oposición al unísono desprecian las explicaciones de la concejal de seguridad y la responsabilizan del hecho de producirse la manifestación, de los efectos que pueda acarrear, al tiempo que reconocen el derecho fundamental de los manifestantes y acaban pidiendo su dimisión.
6º. En la tarde del jueves se produce un llamamiento desde ACI (Agrupación del Comercio Ibense) a la calma y la normalidad en el desarrollo de las actividades en la ciudad y a la normal apertura de los establecimientos en la jornada del sábado.
7º. El viernes se publica un comunicado conjunto de la oposición en el que lamentan que desde el gobierno municipal y su alcaldía no se argumentara en forma y plazo para evitar la manifestación, a continuación se reconoce en el mismo comunicado, el derecho democrático de los españoles para manifestarse en paz y libertad. Es decir, una cosa y la contraria. El PP sería culpable, a su juicio, de que se celebre tal manifestación pero eso sí reconociendo que todos tenemos ese derecho constitucional.
8º. Las noches del jueves y el viernes se producen en nuestra localidad multitud de pintadas en fachadas con lemas anti fascistas y profiriendo insultos hacia nuestros máximos responsable políticos, por parte de grupos y elementos de la izquierda radical. Entre todos los ibenses pagaremos las decenas de miles de euros que supondrá su limpieza y repintado, además del daño a la imagen de nuestro pueblo.
9º. Una comparsa suspendió su “creuà” y nuestro pueblo aparecía desierto y casi sin actividad en la tarde del sábado.
10º. Tal y como estaba previsto, el sábado por la tarde, medio centenar de miembros del partido Alianza Nacional se manifestaron por algunas calles de Ibi sin que se registrara el más mínimo incidente. Ningún grupo anti nazi, anti sistema, anti globalización, de izquierdas o de extrema izquierda, tampoco los “Latin Kings”, se contra manifestaron ni hubo ningún problema.
Una vez narrados los hechos se suscitan varias cuestiones:
1.- ¿Eran conocedores o instigadores los partidos de izquierda y la oposición en toda clase de bulos, exageraciones, calumnias y comentarios en foros, sobre todo de Internet, a fin de violentar la opinión pública y crear alarma social con el propósito de utilizar ésta en contra del gobierno popular y de su alcaldesa?.
2.- ¿Es democrático acusar al gobierno local de consentir una manifestación autorizada por Subdelegación de Gobierno a la vez que se reconoce este derecho fundamental de nuestro ordenamiento jurídico?
3.- ¿Durante estos días, se convirtió cada militante de la izquierda en vocero y altavoz de toda clase de comentarios infundados, como ha quedado acreditado, que alimentaban el desasosiego, la incertidumbre y el miedo entre nuestros ciudadanos?
Cada una de estas preguntas tiene fácil contestación por el lector.
Para un servidor queda un lamento y un deseo, el lamento por las mentes y corazones heridos estos días, por nuestras calles llenas de infames pintadas y por nuestra imagen de pueblo temeroso. Pero por el contrario un deseo aún mayor, de aprendizaje, de sentido común, democrático, de rechazo a la insidia, al burdo rumor, de sentido de pueblo que no se acobarda, donde los chismes y los rumores no marquen nuestras vidas, un pueblo donde ni los de un extremo ni los del otro dirijan nuestro futuro…esa es nuestra lección, ¿no crees amigo lector?
José Antonio Onsurbe Martínez es Teniente de Alcaldesa de Innovación y Promoción Económica del Ayuntamiento de Ibi
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