Algo bueno tenía que tener la dichosa crisis: alguien se plantea privatizar las televisiones autonómicas. Si a algo es aficionada nuestra casta política es a colocar a compinches/amigos/devotos del partido/amigos de amigos y viejas glorias en las instituciones públicas que manejan y si es a algo también aficionada nuestra casta política es a dominar medios de comunicación para mayor gloria propia; nada nuevo desde el NODO. En Canal 9 se unen las dos costumbres para crear un ente económicamente insoportable para mayor gloria de nuestro trajeado y Molt Honorable President y mayor gloria salarial de sus varios niveles de acólitos que tienen todos los meses la crisis solventada. ¿A quién odian mas los funcionarios de carrera, a los políticos o a sus enchufados de cuota? Difícil respuesta.
Nómina casi bimilenaria, corresponsales "per tot arreu", noticiarios "ad maiorem Camps gloriam", pago de burradas de dinero para las retransmisiones de la Formula 1 y la 1ª división de fútbol cuando estas emisiones se pueden ver en televisiones privadas como La Sexta al mismo tiempo. Este despilfarro se puede y se ¿debe? permitir en tiempos de bonanza de IVA pero en estos tiempos es insostenible y si la gente normal se tiene que apretar el cinturón también lo deben de hacer las instituciones públicas que deben de dejar de tirar con pólvora de Molt Honorable.
El propio Presidente del Consejo de Administración, Emilio Fernández, ya ha dicho que la situación económica es insostenible y que habría que privatizar el Ente; los Sindicatos temen por sus enchufados y sus gorrones, el PP en este caso no va a hacer nada hasta que pasen las elecciones autonómicas por pura cobardía política ya que les interesa una televisión domesticada y llena de palmeros agradecidos. Es curioso que el PP se autodefina como liberal y en el tema de las televisiones públicas se comporte de una manera estalinista; en esto no se distinguen en nada de los socialistas o de la gente de ERC.
Al menos la crisis se llevará, como las oscuras golondrinas de Bécquer, a algunos vividores/estómagos agradecidos/liberados y peperos sin fronteras a la intemperie de la calle. Como estamos muchos de los demás.
P.D.: El frío, la lluvia, la crisis y el exceso de pedigüeñismo municipal han hecho semifracasar la Feria de Santa Cecilia, tal vez el año que viene los feriantes se vayan con la música a otra parte.