Uno de los actos más tradicionales de la Navidad tibera es la rodà d’aixames. Estas antorchas de esparto se encienden la noche del 24 de diciembre por las calles de la localidad y se hacen rodar en el aire logrando un efecto luminoso singular y muy llamativo.
Para que esta tradición local no se pierda, el Ayuntamiento organiza todas las mañanas del día de Nochebuena talleres para aprender a confeccionarlas. Niños y mayores se reúnen en la plaza de España elaborar sus propias aixames que, después, a partir de las 20 horas prenderán con fuego.
Igualmente típico y tradicional es el belén viviente que se organiza el día de Navidad en la parroquia de Santa María Magdalena. Los personajes están representados por los niños que toman la Comunión y el belén forma parte de la celebración de la Eucaristía del 25 de diciembre.
Pero si en algo se distingue el municipio tibero del resto de las localidades de la comarca es por sus fiestas de los Reinados Moros y Cristianos que comienzan el día de Reyes, 6 de enero.
Durante cuatro días, los vecinos participan de un amplio programa de actos, de los que destacan las subastas de tonyas y leña, que sirven a los reinados para financiar las fiestas, y las danzas en la calle. Tibi prolonga así sus fiestas navideñas que concluyen el 9 de enero con las danzas de los dos reinados.