A las cinco de la tarde de ayer, el alcalde dels Enfarinats concedía al rei del casats el permiso para bailar las danzas, finalizando con ello su autoridad.
Cientos de vecinos ocupaban a esa hora la calle Les Eres para presenciar la dansà, les folies y la jota, que bailan los grupos de casats i fadrins.
Les acompañan els tapats, personajes que se cubren el rostro con una coixinera y que se visten con diferente y variada indumentaria para que no se les reconozca. Cada año, son más el numero de personas que se visten de tapats y bailan las danzas en la calle.
La concejalía de Fiestas instauró hace unos años un premio en metálico para fomentar esta tradición, cuyo jurado son los componentes dels Enfarinats.
El premio de ayer fue para la niña Inma Muñoz, que consiguió 150 euros.
El día 30, segundo día de danza, cuyos protagonistas son els fadrins, la concejalía otorgará otro premio al mejor grupo de tapats, en esta ocasión de 200 euros.