La lluvia no logró mermar ni un ápice los ánimos de los biarenses en el primer día de sus Fiestas Mayores.

Con el sol fuera, a las cinco de la tarde comenzaba la Entrada de Moros y Cristianos y hora y media después un intenso aguacero obligaba a interrumpir el desfile. Pasado el chaparrón, unos treinta minutos más tarde, las nubes desaparecían dejando ver de nuevo el sol. La Entrada pudo celebrarse con total normalidad y esplendor y con el público, nuevamente, abarrotando las calles de la localidad.

En la tribuna de autoridades, un año más, el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, acompañado de su esposa y de la directora del Patronato de Turismo, Gema Amor. Otras personalidades invitadas fueron la directora general de Turismo Interior, Pilar Collado, la vicepresidenta de la Diputación, Mª Carmen Jiménez y los alcaldes de Castalla, Onil, Ibi, Villena, entre otras localidades.

El tiempo dio una tregua y por la noche se encendieron las cien hogueras en los montes que acompañan la bajada de la Mare de Déu del Santuario al municipio.

El martes a mediodía volvió el temporal de lluvia, aunque, afortunadamente, no interrumpió ninguno de los actos programados.