Por J. J. Fernández Cano
Algunos eran muy jóvenes cuando aparecieron los primeros números del periódico Escaparate, tanto, que en sus páginas mamaron los primeros biberones periodísticos. A otros nos han hecho abuelos los veinte años de su existencia. Podría decirse que la huella inexorable de los años ha pasado por nosotros, me refiero, por quienes, en mayor o menor medida, hemos puesto nuestro granito de arena para que nuestro querido medio no dejara de existir, permitiendo que noticias y opiniones llegaran fielmente a sus lectores.
Sí, los años han pasado por todos nosotros dejando sus secuelas, pero no por el veinteañero Escaparate, que en la plenitud de su madurez, continúa apareciendo viernes tras viernes dispuesto a informar de lo que acontece en nuestra comarca, de lo que se cuece en sus ayuntamientos (sobre todo cómo se cuece) y para abrir una ventana a todo ciudadano que desee expresar libremente sus ideas.
La andadura de nuestro medio no puede decirse que discurrió por un camino de rosas. En el dilatado periodo de mandato socialista en Ibi, se le negó la sal y el agua, llegando a tildársele de prensa amarilla, nido de alacranes y otras lindezas de no menos enjundia, hasta el extremo de negarle el derecho a anunciarse en Radio Ibi, emisora al servicio y vicio del partido de turno en el poder desde que somos demócratas.
A Escaparate se le podría llamar también Periódico de la Oposición, puesto que, a pocos cálculos que saquemos, caeremos en la cuenta de que son los grupos opositores los que se sirven de este medio para sacar a flote los desatinos y guarrerías que comete el partido que ocupa la Alcaldía. Eso sí, cuando un partido coge la vara de mando, Escaparate se les transforma en el enemigo público número uno; no soportan que se publique la verdad de sus fechorías, aunque en esta tendencia hacia el ocultismo, se lleva la palma el PP de Mayte y los suyos, alérgicos crónicos a ese horroroso término que llaman transparencia y que tan necesario sería para nuestro sistema.
No quisiera cerrar este texto sin mostrar mi deseo de que Escaparate continúe siendo durante muchos años más esa ventana que nos permite expresar libremente nuestras ideas a los demócratas no conformes con esta gusanera en la que los corruptos han convertido nuestro sistema.