La emisión de un programa de Radio Nacional de España desde el Teatro Río, los días 3 y 4 de diciembre, sirvió para que el nombre de Ibi viajara por toda España y el extranjero a través de las ondas hercianas o los bits internáuticos, coincidiendo, además, con un boom de noticias en otros medios relacionadas con el sector del juguete y, por ende, con la villa ibense.
Esta feliz coincidencia estuvo propiciada, además de por la proximidad de las fechas navideñas y lo agradecido que es el tema juguetero a la hora de rellenar informativos, por la inauguración del Hotel del Juguete y la multitudinaria presentación anual del Juegorama de Famosa.
Sin embargo, no todo fueron luces en las retransmisiones del programa ´No es un día cualquiera´; también hubo un par de sombras que nos sacaron los colores a los ibenses: por un lado, el cachondeo del alumbrado público y, por otro, el Museo del Juguete, que lleva cerca de tres años cerrado y no se sabe si podrá volver a abrir, al menos tal y como ha estado funcionando hasta ahora.
Después de largas noches a oscuras (ora aquí, ora allá) y graves peligros para los peatones más madrugadores, por tener que ir a trabajar o estudiar (o simplemente por hacer deporte, como José María Íñigo), las versiones dadas para explicar los apagones no han convencido a nadie, de modo que se ha abierto una investigación para ver por qué pasa lo que pasa. Nunca es tarde, pero sin tantos parches dialécticos se hubiera actuado más céleremente.
En cuanto al Museo del Juguete, uno de los baluartes turísticos de Ibi, las deudas del Consell y la salida de la CAM ahogan su continuidad. Modestamente, proponemos fijarse en Onil y su Casa de l’Hort y que el Museo Valenciano del Juguete pase a ser el Museo Ibense del Juguete.
Reconvertirse o morir. Ya que, si nadie nos ayuda, tendremos que ayudarnos nosotros.