El cuento de un presunto o un presunto cuento
No sé a ustedes, pero cuando se dice "presunto etarra" o "presunto asesino de niños" me da un cierto repelús. Y si escribes para el público lector como yo tienes que decir "presunto estafador" o "presunto ladrón" ya que si afirmas lo que no esté probado y sentenciado por la justicia el "presunto estafador" o el "presunto ladrón" te puede empapelar a ti por calumniador aunque lo hayas visto con los calzones bajados o con el fajo de billetes procedente de intercambios comerciales no declarados. Con estas precauciones argumentales y jurídicas les voy a contar esta vez un cuento de un presunto en una hipotética población de nuestro país.
El protagonista de nuestro cuento es un presunto "estafador" que ha poco tiempo presidía una asociación sin ánimo de lucro (los miembros de la asociación, no el presidente de la misma) en un lejanooooo pueblo de nuestros país. El presunto se dedicaba, presuntamente, a interceder por el dinero de los asociados, proveedores, colaboradores y sponsors varios de dicha asociación. Con el tiempo, al presunto se le acabaron las presuntas mentiras; los presuntos engaños; el presunto dinero y se le acabó helando la sonrisa cierta que siempre exhibía (en este pueblo lejanooo del que hablo hace mucho frío). Ya lo decía Kennedy: se puede engañar a todos un tiempo o se puede engañar a algunos todo el tiempo pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.
Este presunto presidente de una asociación sin ánimo de lucro de un pueblo lejanoo de nuestro país acabó quedándose solo; sin junta directiva, sin proveedores y sin colaboradores con el peligro de que le actividad tradicional que presuntamente gestionaba se iba a ir al traste pues ¡hete aquí! que no había dinero ni tiempo para organizarla. Nadie quería esta presunta patata caliente ahora tan poco rentable. ¿Pero éste es el fin de este cuento navideño de nuestro país?¿se quedaron los habitantes de este lejanooo pueblo sin su fiesta tradicional? Afortunadamente no, ya que tanto rezaron los habitantes de este lejanooo pueblo por sus fiestas que vino Papá Noël con sus doce renos y resolvió el problema: se celebró la fiesta, los proveedores cobraron, los colaboradores supieron que ese año su dinero había sido gastado de forma transparente y ajustada. Y hasta el "presunto" estafador de sonrisa cierta que antaño había presidido esta asociación sin ánimo de lucro tuvo unas navidades dichosas en la paz de su extenso hogar.
Moraleja.
Pueblos lejanoooos de nuestro país: no coloquéis a ningún "presunto" imbécil o a ningún "presunto estafador" a presidir una asociación que aunque no tenga ánimo de lucro maneja presunto "dinerillo" de sus asociados. Asociados de cualquier asociación: vigilad y pedid cuentas a vuestros presuntos dirigentes que la democracia va de abajo hacia arriba y en esta España de Rinconete y Cortadillo hasta la socialista exjefa de la Cruz Roja fue a parar a la cárcel en la época de González por "mangar pasta".
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