La firma colivenca Fundiciones Balaguer, dedicada a la fundición de cilindros desde el año 1916, no tendrá que trasladar parte de su producción al extranjero, puesto que, gracias a las gestiones realizadas por el alcalde, José Ramón Francés, se ha conseguido que Iberdrola aumente provisionalmente la potencia eléctrica de 3.000 a 5.000 kilovatios, de modo que se puedan fabricar las piezas de 14.000 kilos que demanda el mercado.
Con las condiciones actuales, antes del aumento de potencia, Fundiciones Balaguer podía fabricar piezas de hasta 8.000 kilos, de modo que, para satisfacer las necesidades del mercado, la empresa se hubiera visto obligada a trasladar gran parte de su producción a otras sedes del grupo situadas en el extranjero, según se comunicó en mayo al alcalde para que intentara mediar con Iberdrola para conseguir más potencia, mientras llega la subestación de Castalla, en unos dos o tres años.
Según este escrito, el aumento de potencia posibilitará un aumento del 50% de la capacidad global de producción en la planta colivenca, de modo que es previsible que la empresa tenga que contratar más empleados en un nuevo turno (probablemente nocturno), que se sumarían a los más de cien con que cuenta actualmente.