Da igual el sector, la gran mayoría de profesionales por cuenta ajena están afectados por los impagos del Consell que están asfixiando a centenares de autónomos de la comarca de la Foia. Uno de los sectores perjudicados son los libreros, que desde septiembre no han cobrado el bonolibro (unos 105 euros por alumno).
Según estimaciones de la Asociación Provincial de Librerías de Alicante, entre 3.000 y 70.000 euros oscilan las deudas individuales del Consell, lo que supone que estos pequeños comercios no pueden hacer frente a los pagos de las editoriales. En total, Educación debe unos 35 millones de euros a todas las librerías de la Comunidad, de los que unos 10 millones corresponden a la provincia de Alicante. Se les ha prometido que recibirán un pago antes de que finalice el año, mientras que el resto será antes de la segunda quincena de febrero.
El bonolibro pertenece a un programa de gratuidad de libros de texto para alumnos de Primaria, tanto de centros públicos y privados de la Comunidad Valenciana y que la Generalitat lo concedía a todas las familias sin requisitos de rentas. El conseller de Educación, José Císcar, anunció hace unas semanas que dicha ayuda dejará de ser universal en el próximo curso y que solo se entregará a las familias más necesitadas.
"Tengo que utilizar mis ahorros personales para hacer frente a las deudas del bonolibro"
“Estamos en crisis desde 1975. El libro en España no funciona y además hay que sumar la competencia desleal del sector”. Así de rotundo se manifiesta el presidente de la Asociación de Libreros de Alicante, José Antonio López. De momento confían (o quieren confiar) en las promesas del conseller de Educación y no se van a manifestar como lo han hecho otros sectores (recientemente las farmacias o los centros de mayores) pero desde la asociación aseguran que si no se cumplen los pagos “saldremos a la calle a defender nuestros derechos”. Lo mismo opinan el gremio de Librerías de la provincia que, de momento, no tienen previsto tomar ninguna medida “ya que confiamos que se hagan efectivas las deudas”, explica Fernando Linde, presidente del Gremio de Libreros de Alicante.
A José, librero de Onil, le adeudan 10.400 euros. Ha pagado a las editoras, pero lo ha tenido que hacer con ahorros personales. “Aguantamos de milagro, pero si no nos pagan pronto no sé quépasará”, apuntilla este colivenc.
El porcentaje de comisión de un librero no llega al 20%, pero según los libreros esa ganancia se ha perdido ya que “hemos tenido que negociar con los bancos, por lo que estamos pagando más de intereses. En lugar de ganar con la campaña más importante del sector (en referencia a la venta de libros) hemos perdido mucho dinero”, explica el presidente de la asociación provincial.
Tampoco las becas de Secundaria
Tampoco se han hecho efectivas las becas para libros de texto a miles de estudiantes de 1º y 2º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de la Comunidad Valenciana. En estos casos, los impagos afectan directamente a las familias ya que estas ayudas son directas a los hogares y el retraso supone una dificultad para las rentas más humildes, ya que comprar un lote de libros para la ESO cuesta un promedio de 200 euros (sin añadir el material escolar).
La idea de la Generalitat era pagar los retrasos del bonolibro y de las becas de Secundaria con la venta de bonos patrióticos, pero tras lanzarlos solo ha colocado la mitad y a un periodo corto. Sea una u otra la solución, la realidad es que la Educación se está viendo muy dañada.