En una muestra más de la desfachatez y soberbia a que nos tiene acostumbrados este exedil y expresidente popular, se plantó en la emisora municipal (que pagamos todos los ibenses, no sólo él y la alcaldesa) para interrumpir la programación habitual y comenzar a vomitar mentiras contra Escaparate para defenderse.
Para empezar, dijo que la noticia y la circular eran una invención de este periódico para desprestigiarle. La primera en la frente. Sus argumentos fueron que cómo que lo estaban buscando si él estaba allí, en carne y hueso, en cuerpo y alma, con su genio y su figura, delante de los ojos de los locutores, y que cómo es que Escaparate (un periódico local, cómo se atreve) no le había llamado para contrastar la noticia.
De nuevo, agradecemos las lecciones de periodismo de un político (ahora ya ni eso), pero esta noticia se contrastó con quien se tenía que contrastar, que no era con él precisamente. En Escaparate no tenemos otra cosa que hacer que inventarnos circulares (de la Policía Nacional, nada menos) para hundir al señor Agüera. Encima de mentiroso, egocéntrico.
Comprendemos que puede resultar incómodo que a uno le saquen a la luz sus miserias, pero la estrategia de matar al mensajero ya huele de puro cansina. Y, sin embargo, se le siguió dando coba y rindiendo pleitesía hasta que se acabó de quedar a gusto diciendo que nos iba a denunciar por calumnias (inaudito) y que cómo este periódico se atrevía a atacar a “una autoridad”, sobre todo un periódico como Escaparate, que cada vez tiene, según él, “menos credibilidad”.
Nos gustaría conocer el informe en que se basa esta información, que obviamente no existe más que en su cabeza, de modo que él sí que se inventa lo que le viene en gana y lo difunde a los cuatro vientos, suponemos que amparándose en aquello de que cree el supuesto ladrón que todos son de su condición.
En esa denuncia, que no ha sido por calumnias sino por injurias (igualmente inaudito), se afirma que la noticia publicada por Escaparate (que al día siguiente recogieron otros medios, ya para tranquilidad del exedil y de quienes no nos creían a la altura) se dice que Agüera está “en paradero desconocido”. Una mentira más. Tan fácil como leer la información publicada para darse cuenta de lo que realmente pone, que es muy diferente de lo que cada uno cree que pone o de lo que cada uno quiere que ponga.
Dijo Agüera en la emisora de Onil que esta oscura conjura contra él tiene su base en una venganza personal del director de Escaparate, puesto que, debido a los recortes presupuestarios, el Ayuntamiento de Ibi ha dejado de poner publicidad en “todos” los medios de comunicación. Se olvidó Agüera de la publicidad del Ayuntamiento ibense que se emite cada día en La Fresca FM, Radio Ibi y se publica en el periódico alcoyano El Comarcal, por ejemplo. Otra mentira. Y ya van unas cuantas.
A esta sarta de estupideces hay que añadir la mayor de todas, la madre de todas las mentiras, que fue cuando juró y perjuró que no iba a dimitir, bajo ninguna circunstancia, y a los dos días va y dimite, primero de concejal y después de presidente del PP local. A eso se llama decir la verdad y ser coherente, sí señor.
Una vez detenido y puesto en libertad, registradas sus propiedades, dimitido de sus cargos e imputado por cinco delitos de índole económica, el abogado de Miguel Ángel Agüera tiene, encima, la poca vergüenza de decir que su defendido no tiene nada que esconder, pero estas imputaciones le permitirán mentir para poder defenderse cuando se levante el secreto de sumario. ¿Para qué mentir si no hay nada que esconder? Pero bueno, ¡que siga la fiesta!
Y, mientras, tenemos un Ibi paralizado, un Ibi indignado y un Ibi que espera un cambio urgente en el Ayuntamiento. La alcaldesa, Mayte Parra, no puede seguir escudándose en que ella no sabía lo que cocían sus compañeros, puesto que es peor el remedio que la enfermedad. El Partido Popular debería hacerle ver que lo mejor para su pueblo, al que tanto quiere y tanto defiende, es que abandone la Alcaldía. Ni más ni menos.