La Fundación del Museo Valenciano del Juguete está en números rojos y, desde hace dos meses, con deudas también en la Seguridad Social por los retrasos de las subvenciones de la Generalitat Valenciana, según explica el concejal socialista, Alberto Hernández.
La conselleria de Cultura adeuda a la Fundación las ayudas de los años 2010 y 2011, que ascienden a 32.300 euros, y la conselleria de Industria debe la subvención de 2011 por un importe de 10.000 euros. En total, la deuda ascienda a 42.300 euros “que está ahogando financieramente al Museo y merma su funcionamiento ordinario”, añade el edil.
Esta situación está repercutiendo en las dos empleadas del Museo que llevan ya dos meses sin cobrar el sueldo.
El Grupo Municipal Socialista denuncia esta situación que califica de “inaceptable” y exige a Mayte Parra, como alcaldesa y vicepresidenta de la Fundación Museo Valenciano del Juguete que reclame a la Generalitat el pago inmediato de los atrasos. “También le exigimos que mientras no se reciba el dinero tome las medidas oportunas para que las trabajadoras cobren de manera inminente”.
Alberto Hernández insta igualmente al resto de patronos (CAM, AEFJ, AIJU, UA, UMH y representantes jugueteros) a que “no permitan estos retrasos” para que el Museo pueda cumplir con los objetivos fijados en sus estatutos de conservación y difusión de la historia de la industria juguetera y de la cultura y patrimonio de los ibenses y valencianos.
El Museo del Juguete lleva casi tres años cerrado debido a los problemas de estructura que presentaba la Casa Gran, el inmueble donde estaba instalado, y que se está reparando en la actualidad.
El pasado mes de septiembre se presentaban las obras de rehabilitación realizadas en una de las alas de la antigua fábrica Payá, financiadas a través del Plan de la Generalitat con una inversión de 381.526 euros y destinada a albergar la exposición de juguetes.
El edil socialista pide al Ayuntamiento que ponga “de forma inmediata” a disposición de la Fundación estas instalaciones de Payá “para que las trabajadoras puedan preparar la exposición y que el Museo, máximo exponente turístico de Ibi, pueda abrir sus puertas en su ubicación definitiva de una vez por todas”.