El equipo de gobierno ha llegado a un acuerdo con la Comunidad de Regantes de Agost para que el Ayuntamiento les venda el agua sobrante de la depuradora.
El acuerdo, según explicó en el Pleno del 8 de noviembre el portavoz popular, Miguel Ángel Agüera, reportará al municipio unos ingresos anuales de 60.000 euros (10 céntimos por metro cúbico) y se dejarán de pagar los 77.000 euros de canon que abonaba el Consistorio, hasta ahora, a la Confederación Hidrográfica del Júcar por verter las aguas depuradas al cauce del río.
La medida fue aprobada con la abstención del PSOE e Izquierda Unida, cuyos portavoces expresaron sus dudas respecto a la viabilidad del acuerdo al carecer el Ayuntamiento de la concesión del agua, que debe autorizar la Confederación.
Además, el portavoz socialista, Antonio Martos, recordó que existe una solicitud de los regantes ibenses de la Pileta y el Sargaret y pidió que se atendiera primero la demanda local.
Según Agüera, los regantes ibenses no están interesados en el agua de la depuradora puesto que existe un superávit de agua en la partida de Santa María, con la que se pretende, además, atender la demanda de los vecinos del Barranco de los Molinos.
Aún así, el portavoz popular recriminó a los socialistas, entonces en el Gobierno, que rechazaran en 1998 una solicitud de los regantes de la Pileta y el Sargaret para usar el agua de la depuradora, que en el año 2000 les autorizó la Confederación.
Agüera lamentó que se hayan desperdiciado doce años, en los que ha tenido que pagarse el canon, asegurando que “nosotros estamos solventando un error”.
La alcaldesa, Mayte Parra, cerró el debate plenario mostrando su satisfacción “porque estamos dando muestras de cuál es nuestra política en materia de agua”, criticando, al mismo tiempo, la decisión de los socialistas.