ESCAPARATE presenta la colección ‘Una mirada sensual’, una magnífica recopilación de fotografías del autor ibense Manolo Iváñez que el periódico obsequia en exclusiva a sus lectores.

Las doce imágenes seleccionados forman parte de una amplísima serie que Iváñez inició en 1986 dedicada a la naturaleza y los desnudos. En todo este tiempo, el autor ha logrado acumular más de 6.000 instantáneas centradas en esta temática, donde ha plasmado todos sus conocimientos técnicos y artísticos.

Las doce láminas con las que ESCAPARATE obsequiará a sus lectores, se han extraído de su etapa más reciente. “Este tipo de fotografía -comenta- la hago por afición, dejando de lado el aspecto comercial. Es un trabajo, principalmente, artístico”. Aún así, reconoce que su pasión por los desnudos le ha ayudado mucho a proyectarse como fotógrafo. “Tengo clientes que me piden este tipo de fotos”. Por eso, Manolo agradece la colaboración desinteresada de todos los modelos que han hecho posible que disponga en su estudio de una de las mayores colecciones fotográficas sobre la sensualidad del cuerpo humano.

Consciente de los tabúes y prejuicios que todavía existen en cierta parte de la sociedad, Manolo Iváñez espera y confía que esta colección contribuya a erradicarlos y a ver la fotografía de desnudos desde el punto de vista artístico y creativo.

Manolo Iváñez se estableció profesionalmente en Ibi en el año 90 “animado porque la gente pedía mis trabajos”. No olvida a su hermana Chelo y a su mujer Agustina como las verdaderas impulsoras para que decidiera dejar la fábrica y abrir su primer estudio fotográfico.

Después de 20 años de profesión, indica que todo han sido satisfacciones y alegrías “gracias a mis clientes que han hecho posible mi desarrollo como persona y profesional de la fotografía en un mundo difícil como éste”. La crisis también ha llegado a la fotografía profesional y la proliferación de la tecnología digital ha complicado más las cosas. Pero -añade- “la foto no es sólo apretar un botón. En una buena imagen influye la luz, la composición, el mensaje y el impacto, en fin, muchas variantes que pueden distinguir a un aficionado de un profesional”. Sin embargo, comenta entre risas, “también hay aficionados que pueden superar fotográficamente por sus conocimientos a los profesionales”.

Manolo Iváñez conoce bien esos principios porque como aficionado obtuvo numerosos premios por sus trabajos. Ahora las cosas han cambiado y su plena dedicación a mantener su estudio le han alejado de los concursos. Sin embargo comenta que todavía presenta obras en algunas competiciones “animado por mis amigos y para mantener la motivación mutua”.

Manolo Iváñez se siente orgulloso de su equipo de trabajo, compuesto actualmente por tres personas. José Castañer es desde el año 96 su primera empleado y se encarga de la parte técnica. Paqui Vilaplana se incorporó en 2001 y es su asistenta de estudio y su hijo Manel Iváñez que, desde hace tres años, le aporta garantía de continuidad. En esta colección han colaborado las firmas Daos Publicitat, Sola Decoración y Estilor Joyeros.