La concejalía de Urbanismo propondrá una revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para incluir las nuevas normativas en las licencias de futuras edificaciones. Según explica la edil, Amparo Pina, la situación ha cambiado mucho desde que se aprobó el Plan en el año 2000 y también la demanda ciudadana.
Por ello, propone incluir las nuevas medidas urbanísticas y medioambientales que rigen el futuro de la construcción y que “hace años era impensable aplicarlas”. Entre ellas, por ejemplo, la reutilización del agua de lluvia y las aguas “grises” (las que proceden de duchas y cocina) en los nuevos edificios.
Desde Urbanismo, añade Pina, se está intentado “poner orden y gestionar la resaca de años anteriores” para establecer los parámetros y las ordenanzas que encauzarán el urbanismo futuro.
Actualmente, la construcción en el casco urbano está parada y sólo se ha otorgado la licencia de urbanización del Puente Picó, que se desarrollará parcialmente. En cambio, señala, está creciendo la actividad industrial donde se han otorgado, recientemente, tres licencias de ampliación de naves.