Recuerdo con nostalgia que cuando estudiaba en el colegio (Pla y Beltrán y antes en el Derramador) nos ilustraban con una asignatura llamada Ciencias Sociales. Me temo que ahora sus contenidos se han rebautizado como Geografía, Historia u otras materias de resonancias más modernas y políticamente correctas. Esto del socialismo... está pasado de moda. Si hasta algunos candidatos a alcalde del PSOE las pasadas elecciones se borraron la marca de las solapas en la campaña, huyendo cual apestados del ‘efecto ZP’.
¿Son sólo palabras? Tal vez, pero también las veo como termómetro de la evolución humana y de qué cosas tienen interés para la gente. Además, las palabras reflejan la realidad, los hechos...
Ahora se da en Ibi la circunstancia de que los dos partidos mayoritarios (PP y PSOE, claro) pueden demostrar con algo más que palabras si se preocupan por un problema social de primera. La Asociación de Afectados por la Hipoteca de Ibi les ha puesto sobre el tapete la patata caliente: abran ustedes la puerta de las viviendas sociales públicas (si las hay) y den ayudas al alquiler.
A todas esas campañas encomiables que dan ganas de decir “olés sus huev...” como las de Greenpeace, que suelen llevar lemas como “Salvemos las ballenas”, “Salvemos el Amazonas”, “Salvemos, etcétera”, ahora yo añadiría una: “Salvemos a los desahuciados”. Por proximidad, podríamos empezar con esas familias que han perdido su casa a manos de los usureros bancarios de toda la vida. Y luego nos vamos extendiendo e intentamos salvar a nuestros vecinos africanos que se siguen muriendo de hambre, continuamos quitándoles el yugo a tantos árabes víctimas del fundamentalismo islámico, a los hindúes y chinos esclavizados... De los 7.000 millones de seres humanos que pueblan el planeta, ¿cuántos están desahuciados?