A mi me pilló viendo la película El Alamo de John Wayne en el cine Río; no se si recuerdan que por aquel entonces había dos cines en Ibi y el lunes pasaban en sesión doble las sesiones del sábado y domingo con lo cual te ahorrabas pagar una sesión o ir al Roxy el fin de semana y al Río el lunes ( o viceversa). Y el 23-F era lunes.
Pululando por la calle Castalla vi a mi madre subiendo hacia el Economato toda azorada y ansiosa. Le pregunté ¿qué pasa? y ella me contestó ¿voy a comprar al economato porque han matado a Landelino. Con ese nombre sólo podía ser Landelino Lavilla Alsina, Presidente del Congreso en aquellos tiempos. Yo, a la mía, al cine con mi amigo del alma a ver morir a David Crockett.
Cuando acabó la película ya era tarde y en Ibi y en febrero hace frío por la noche por lo que fuimos al sport a ver a "schondios", padre de una concejal de estos tiempos, y nos llevamos una gran sorpresa cuando vimos que el Sport estaba cerrado. Y el Ideal. Y los billares. Y no había nadie en la Plaza de la Palla ni en las calles aledañas. El frío, la oscuridad y la soledad me hicieron recordar lo que me había dicho mi madre de Landelino y me fui a mi casa a ver lo que pasaba.
Mi padre se enfadó por mi despreocupación y siguió sintonizando radios portuguesas; me dijo que había habido un golpe de estado y que los diputados estaban encerrados en el Congreso junto con el Gobierno de Suárez. Yo le pregunté por si nos teníamos que ir al día siguiente a la Feria del Juguete de Valencia y volvió a enfadarse conmigo por mi frivolidad:" ¡hay tanques en las calles de Valencia, atontado! No vamos a ir a la Feria ni tú ni yo". Y me quedé viendo la tele, entonces solo habían dos cadenas y eran del mismo dueño (TVE y UHF), en la que ponían una peli de Bob Hope haciendo de pirata al que le tatúan el mapa del tesoro en la espalda y huye de sus enemigos que lo quieren despellejar vivo como al alcalde alcoyano de la revuelta del petróleo.
Cuando salió el Rey todo serio y lleno de medallas, mi padre se relajó y yo me fui a dormir pensando que me había quedado otro año sin ir a la Feria del Juguete y con el deber de ir al Instituto al día siguiente.
Con el tiempo me di cuenta que aquello provocó la victoria abrumadora del PSOE y que el Ejército cayera en las cuotas mas bajas en la estimación popular. Hoy en día el Ejército es la institución social que tiene mas prestigio entre los españoles y el PSOE despierta pasiones perfectamente descriptibles. Y tenemos muchas cadenas en la tele y en Ibi no hay cine.
Lo que son las cosas.
P.D.: Los dos grandes partidos han hecho brillantes adquisiciones provenientes de la empresa privada. Las buenas lenguas dicen que aplicarán sus bondades gestoras a la hacienda pública y las malas lenguas dicen que se han buscado un Plan B personal. ¡Quí lo sa! El tiempo (y nuestra maltrecha hacienda pública local) dirá.