En origen, hace casi dos siglos ya, las diputaciones venían a ser una entidad de ayuda a pequeñas poblaciones que no podían sostener sus infraestructuras por sus propios medios o como "ayuntamiento de ayuntamientos" venía a organizar consorcios de servicios para que dichos servicios estuvieran en un pueblo y revertiera en los pueblos del entorno. Es decir, por aquel entonces cada pueblo no podía tener piscina cubierta+velódromo+instituto de secundaria+etc..; la Diputación velaba para que algunos servicios se mancomunaran como el de los Bomberos, el Hogar Provincial y otros. Con el tiempo la Diputación se vinculó a la organización administrativa por provincias que se instituyó en el primer tercio del siglo XIX por la época en que se luchaba en España entre liberales y carlistas.
Hoy en día la situación administrativa ha cambiado y la Generalitat Valenciana asume mucho de los servicios que tradicionalmente prestaban las diputaciones y los propios ayuntamientos -gracias al boom inmobiliario- han extendido mas la manga que el brazo y todos los pueblos aspirar a tener de todo sin preocuparse de mancomunar servicios porque el dinero que gastan no es de ellos y hay que vender la gestión en el propio pueblo que es que el que te da la reelección, el poder, la gloria y las mojaditas guapas -que diría Onsurbe- de las empresas contratadas para hacer las obras en el pueblo.
No estaría de mas que a alguien se le ocurriera eliminar esos nidos de enchufados y de mediocres que son las diputaciones que solo sirven para hacer de trampolín de poder a personajes de la calaña de Ripoll, Rus o Fabra que utilizan el presupuesto provincial para asignar favores a sus favoritos de clan en el partido y enchufar a los amiguetes como el antiguo alcalde de Onil, Rozalén, que sigue viviendo de la sopa boba después de tantos años. No es un problema de Camps sino del Gobierno Central que en los albores de la democracia decidió sustituir a los Gobernadores Civiles por ser demasiado franquistas y ahora podía eliminar esta institución inútil con olor a naftalina y a basura marca Brugal (no confundir con el excelente ron de la misma marca).
P.D.: la foto de Maite Parra y su nuevo concejal de fiestas en la procesión del Corpus Christi me da escalofríos ya que a la pobre Maite no le va a quedar otra que perderse la Semana Santa y todo gracias a sus amigas las beatas y las rancias defensoras del nacional-catolicismo; ser del PP es la mejor garantía laboral hoy en día pero tiene sus hipotecas.