El equipo de gobierno aprobó en el Pleno del lunes el presupuesto municipal que contempla una reducción media del 30 por ciento en todas las partidas, excepto la de Servicios Sociales y la correspondiente a gastos fijos.

El concejal de Hacienda, Antonio Granero, lo defendió por estar “cuadrado y ajustado” y afirmó que “hay que pasar el 2010 aplicando un programa de saneamiento municipal”.

El presupuesto asciende a 19.146.412 euros y destina 2.753.514 euros en inversiones, algunas de ellas contempladas en los planes del Gobierno y de la Generalitat. Entre las ejecuciones previstas para este ejercicio destacan la renovación de la red de agua en los barrios de Campos y Mirasol, la restauración del vertedero, la casa de los Reyes Magos, el taller de empleo y el arreglo de la calle Dolçainers.

El PP rechazó la enmienda presentada por el PSOE encaminada a fijar un límite del gasto por dietas, desplazamientos y pernoctaciones de los concejales. Los socialistas propusieron que se aplicara la misma tabla de los funcionarios (unos 65 euros al día), eliminando la presentación de facturas y sufragando cada edil de su bolsillo cualquier gasto superior a esa cantidad. Granero consideró improcedente la enmienda porque el ahorro sería mínimo y aseguró que “los concejales hacen los gastos estrictamente necesarios”.

Lo que sí consideró el PP es la congelación de los sueldos de la corporación, tras una recriminación del portavoz de EU y una propuesta del PSOE. En los presupuestos de esta año se contemplaba un aumento salarial del 2,5 por ciento, que finalmente no se aplicará por acuerdo unánime del Pleno.