X peregrinación de El Nostre Senyor Robat
El milagro continúa
El 10 aniversario de la Peregrinación de El Nostre Senyor Robat tuvo a la lluvia como invitado de excepción. La mañana amaneció tranquila y seminublada, y en principio nada hacía presagiar que el final del trayecto se iba a convertir en casi una competición por alcanzar cuanto antes la parroquia de Onil.
La llegada a Castalla comenzó con una leve llovizna que no calaba y que más que molestar era agradecida. Pero la salida hacia Onil desde la calle Mayor cambió el ritmo y la comitiva aumentó el ritmo de su marcha.
Pero lo cierto es que la buena temperatura y la convivencia entre los peregrinos es algo que ya es habitual en la romería.
Cerca de 600 personas iniciaban la X peregrinación animadas por el espíritu religioso, sobre todo, y también cultural y lúdico, encabezadas por el estandarte que marcaría el paso durante todo el trayecto santo.
Los peregrinos se reunieron en la plaza del Ayuntamiento de Tibi, donde fueron recibidos por el alcalde, Jesús Ferrara, y algunos concejales que ya habían preparado un suculento desayuno a base de toñas y chocolate caliente, mientras la parroquia de Tibi abría sus puertas para la bendición y el saludo del párroco a todos los participantes en la romería.
La comitiva inició su marcha a eso de las ocho y veinte de la mañana y encaminó su ruta rumbo a la ermita de La Pedrera, que permaneció abierta todo el fin de semana ya que coincidió con la romería de la Pedrera.
Tras la parada obligada en la ermita, los peregrinos encaminaron su marcha hacia la urbanización de Terol, pero el grupo se había alargado mucho y algunos se perdieron entre los cruces de calles de la urbanización. Gracias a los monitores de la organización, que este año estaba compuesta por colectivo Amics de les Muntanyes y la OJE de Onil, se pudo localizar a los peregrinos extraviados y orientarlos hacia la próxima parada en las inmediaciones de la Finca del Forcall, lugar donde se realizó el almuerzo.
Policía Local de Onil, Castalla y Tibi, Guardia Civil, Cruz Roja y Protección Civil fueron los responsables de ayudar en los cruces y pasos con cierto peligro a los caminantes.
El aniversario, del que ESCAPARATE ha editado un revista especial, concluyó con al tradicional bienvenida del cura párroco de Onil y el refrigerio en el Palacio Municipal.
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