No sólo no rectifica sino que ahonda en la mentira. Hace unos días, los oyentes de la emisora municipal fueron testigos de una de las intervenciones más desafortunadas de los últimos años de un representante público local en un medio de comunicación. Juan Valls, portavoz del CDL, lejos de dar una explicación, al menos convincente, sobre el intento de veto informativo a Escaparate, echó el resto arremetiendo contra el periódico.
No dio ni un solo argumento que pudiera despejar dudas sobre su intento de censura. Su mezquina e incompresible defensa se limitó a dar una serie de datos contables sobre la relación comercial entre este periódico y el ayuntamiento ibense, que no tenían ninguna relación sobre la censura.
Este medio se ha construido sobre unos pilares sólidos basados en conceptos como veracidad, pluralidad y objetividad, algo que ha generado una gran confianza entre nuestros miles de lectores, convirtiéndose en motor económico, cultural y social relevante en nuestra comarca.
Escaparate no juega con su credibilidad emitiendo noticias falsas y sin contrastar, y menos en ésta, donde éramos conscientes de las consecuencias que iba a generar.
Pero Juan Valls ha superado todas las expectativas. Por un lado afirma que es falso que haya intentado vetar a este periódico, pero, por otro, aboga por eliminar a este medio de la distribución de publicidad institucional.
No entendemos esta postura cuando hace tan solo unos meses estaba encantando con la cobertura informativa que se le daba a su candidatura como alcaldable a las municipales de mayo, y que gracias a ella, consiguió representación en el consistorio ibense.
El reparto de los recursos públicos, la igualdad de oportunidades y la imparcialidad son valores en los que se cimenta la democracia y sus representantes están obligados a cumplir.
Escaparate, como medio de comunicación social, seguirá denunciando los atropellos e injusticias que se generen desde cualquier estamento público, promoviendo conductas o hábitos para la convivencia y fomentando la participación a través de valores constitucionales como la libertad, la democracia y el pluralismo político.