Entre 1.800 y 3.000 euros eran las cantidades que tenían que pagar las familias para la congelación de la células madre a R.C., quien les informaba (tanto personalmente como vía telefónica o a través de internet) que se remitían a un banco privado alemán, ya que la legislación española solo permite este tipo de actuaciones en bancos públicos para que cualquier persona pueda hacer uso de ellas en caso de necesidad médica.
Año y medio ha estado, presuntamente, estafando a decenas de familias, un número incalculable de víctimas porque cada día la Guardia Civil recibe “numerosas llamadas de afectados, incluso por la noche”, han confirmado a Escaparate fuentes cercanas al caso.