El titular del juzgado de instrucción número 2 de Ibi ha dictado dos sentencias pioneras en la provincia de Alicante (recientemente se ha producido otra en Elche) por las que se anulan las ejecuciones hipotecarias sobre dos naves industriales porque los bancos que lo solicitan no son las entidades con la que se firmó el préstamo.
En la primera de las sentencias, de 28 de mayo, el auto del juez deslegitima como ejecutante al Banco Mare Nostrum, porque no es la entidad que aparece en el Registro de la Propiedad, que en esta caso es Caja Murcia.
La empresa desahuciada, Rajola Progres S.L, había suscrito el préstamo hipotecario con Caja Murcia, entidad que ahora no tiene personalidad jurídica propia tras la fusión en 2010 de cuatro cajas de ahorro (Caja Granada, Caixa Penedès, Sa Nostra y Caja Murcia) que crearon el Banco Mare Nostrum.
El juez se acoge a varios artículos de la Ley de Enjuiciamiento Civil para señalar que “se habla con claridad de la necesidad de que la hipoteca esté a nombre del ejecutante, subsistente y sin cancelar”.
En la otra sentencia, es el Banco CAM quien inicia el proceso de ejecución hipotecaria contra otra nave industrial, pero en el Registro de la Propiedad figura Caja del?Mediterráneo, con lo, igualmente, se estima la petición de nulidad hecha por la abogada en ambos procesos, Felicidad Peñalver, y el juez acuerda el archivo de las causas.
Mientras la primera sentencia es firme, en la segunda, Banco CAM podría recurrir el archivo en la Audiencia Provincial, explica Peñalver. También podría iniciar un procedimiento ordinario, donde el cliente tiene más posibilidades de alegar cláusulas abusivas u otro tipo de argumentos.
Las cantidades de los préstamos hipotecarios están entre los 200.000 y 350.000 euros, respectivamente.
Las resoluciones del juzgado de Ibi son pioneras en la provincia, aunque se han producido ya casos similares en autos dictados por las audiencias provinciales de Castelló y Valencia. Todo hace suponer que habrá más ya que las fusiones, adquisiciones y extinciones de cajas de ahorros y bancos en los últimos años provocan este tipo de desajustes.