El Ayuntamiento aprobó en el pleno ordinario del martes 5 de abril la rescisión de los contratos de arrendamiento de dos últimos locales de la zona de ocio que estaban abiertos, a nombre de Mabaru. Estos últimos arrendatarios dejan una deuda pendiente de 45.824 euros, que el Ayuntamiento le seguirá reclamando. Los portavoces de la oposición denunciaron la mala gestión que se ha realizado en la Zona Cinco.
Según indicó Félix Moreno, de Cambiemos Ibi+Compromís, el Consistorio tendría que haber cancelado antes estos contratos “y no haber permitido que se acumulara tanta deuda”. El socialista Arturo Domenech añadió además que se ha creado “un agravio comparativo al haber consentido que estuvieran tantos meses sin pagar”. El Ayuntamiento no les devolverá las garantías que depositaron.