Tras años de reivindicaciones y promesas incumplidas, los vecinos de los barrios de Campos y Mirasol verán solucionados este año sus problemas de presión y calidad del agua, después de que el pleno acordara por unanimidad el lunes 18 de enero aportar el dinero necesario para ejecutar el proyecto de renovación de la red de agua potable y saneamiento.
El problema de esta actuación ha sido siempre su elevado coste, en torno al 1.200.000 euros, motivo por el cual se ha esperado siempre a obtener subvenciones públicas. Algunas de las ayudas fueron anunciadas a bombo y platillo durante los mandatos de la popular Mayte Parra pero el dinero nunca llegó.
Ahora, ya se dispone de una subvención de la Diputación de 239.000 euros y se está a la espera de la confirmación de otra ayuda por importe de 240.000 euros, lo que garantiza el inicio de las primeras fases de la obra. Pero para culminar todo el proyecto, en el pleno del lunes se acordó, a propuesta del alcalde Rafael Serralta, destinar a esta obra el remanente de tesorería obtenido en 2015 y, además, recurrir a una modificación presupuestaria este año si fuese necesario gastar más dinero; enmienda que fue incluida a propuesta del PSOE.
Una veintena de vecinos de estos barrios asistieron al pleno y expresaron, con un sonoro aplauso, su satisfacción por el acuerdo alcanzado, que permitirá que este proyecto sea una realidad en 2016.
Pese a la unanimidad alcanzada, la oposición criticó al PP por no haber incluido esta inversión en los presupuestos de este año, saltándose con ello el compromiso que adquirieron todos en el mes de abril, a raíz de una moción socialista. De hecho, la edil de Ciudadanos, Ascensión García, llegó a condicionar su voto favorable a los presupuestos a la aprobación de esta obra. La portavoz popular, Amparo Pina, defendió que el equipo de gobierno haya sido capaz de conseguir 500.000 euros de subvenciones para este proyecto, mientras que la portavoz socialista, Susana Hidalgo, le recriminó que si la obra se lleva a cabo “es porque se ha forzado la máquina con la presión vecinal y con la moción de abril”.