Por Vicente J. Sanjuán

1. Porque los que la convocan son unos vividores y unos parásitos que no hacen nada más que ayudarse a ellos; vivir de las subvenciones y chantajear a los que gobiernan. Y no representan a nadie, al igual que las asociaciones de empresarios.

2. Lo que toca en España ahora es ser mas productivo y responsable no hacer una huelga a los 3 meses de que haya habido un cambio de gobierno. ¿Porqué no le hicieron una huelga a los 3 meses a esa fábrica de parados que fue el gobierno de G. Zapatero?
 
3. Porque de cara al extranjero pareceremos una sociedad de algarada y poco digna de crédito.
 
4. Porque soy autónomo  y no puedo parar ya que tengo que producir para poder pagar, entre otras cosas, los impuestos, la SS (la Seguridad Social de Himmler) y las multas de los pikoletos enmascarados.
 
5. Porque de la ecuación "derechos laborales" la izquierda siempre se fija en la parte de "derechos" y poco en lo de "laborales". Sin productividad económica y sin actividad comercial no hay base económica para financiar los derechos, ni los de los parásitos ni los del común de la plebe. Si los sindicalistas están por luchar contra el paro que empiecen destinando las subvenciones que reciben descontroladamente a crear empresas productivas y rentables gestionadas por ellos.
 
6. Porque todo esto de la huelga general parece un montaje dedicado a apoyar al PSOE, atribulado por la previsible pérdida del feudo andaluz donde han estado regalando dinero a amigos y a empresas amigas (como ha hecho el PP en Valencia, por cierto).
 
7. Porque la única huelga que haría sería la huelga fiscal que consiste en ir a la cárcel por no pagar impuestos destinados a una casta de estúpidos derrochadores sin escrúpulos de los que forman parte las asociaciones sindicales y las empresariales.
 
P.D.: Si era tan gran ajedrecista y tan inteligente se hubiera podido dar cuenta a lo largo de los últimos 8 años de la clase de tipos que eran sus jefes y a los que ahora retrata de forma tan cobarde y barroca. Ya dice la sabiduría popular aquello de que "por el dinero baila el perro".