Dos profesoras especialistas en medicina legal y forense de la Universidad Miguel Hernández están trabajando desde el 30 de junio en la exhumación e identificación de los quince difuntos cuyos restos han quedado al descubierto tras derrumbarse el bloque de nichos donde estaban enterrados.
El desplome, provocado por la acumulación de agua en las paredes al estar colocadas las canalizaciones en el interior de los bloques, ha afectado a tres columnas de nichos de cinco alturas, construídos en los años 60. El primer enterramiento está fechado en 1971.
El derrumbe se produjo la madrugada del 28 de mayo y, hasta llegar al momento actual de la exhumación, el Ayuntamiento ha tenido que efectuar numerosos trámites legales. Uno de los más importantes ha sido la obtención de los certificados literales de defunción para conocer la causa de las muertes y descartar el posible riesgo sanitario que el Decreto 39/2005 de la Generalitat atribuye a enfermedades como el cólera, la peste, la rabia o el ántrax, entre otras.
La localización de los familiares ha sido otro paso, explica la edil de Servicios Públicos, Rosa Ibáñez, recurriendo a los fondos documentales del Archivo. Sin embargo, en el caso de dos mujeres solteras que murieron en el asilo, ha sido necesario publicar, durante diez días, un edicto en el BOP (Boletín Oficial de la Provincia) para contactar con algún familiar. Trece partidas de defunción estaban en Ibi, una en Alcantarilla y otra en Alcoy. De los doce nichos afectados, tres estaban vacíos y en otros tres había restos de dos personas.
También los grupos políticos de la oposición, añade Ibáñez, están informados de todo el proceso, tras la celebración de una junta de portavoces y de dos comisiones.
Para la identificación, explica la profesora Lola Marhuenda, se pide a los familiares, en primer término, información sobre la ropa y objetos de los difuntos y, en caso necesario, se procedería a efectuar un estudio antropométrico de los restos. El proceso, indica, puede s algún tiempo “porque hay que ir despacio”.
Los trabajos de desescombro los realiza la brigada municipal, ante la constante supervisión de ambas profesoras.