Por Vicente J. Sanjuán
Este abril, el día 25, se cumplen 309 años de la batalla de Almansa que enfrentó a los dos aspirantes al trono de España: Felipe V de Francia y Carlos III de Austria.
La batalla es una escena entre la guerra europea que libraban Luis XIV de Francia y los países que temían su poder continental: Inglaterra, Holanda y Portugal. España fue un campo de batalla mas en una guerra europea y mundial al entrar en liza las colonias de los principales contendientes. En los campos de Almansa se enfrentaron ingleses, holandeses y portugueses contra franceses, irlandeses y españoles.
La batalla la perdieron los austracistas que perdieron casi todo el ejército y dejaron desguarnecido todo el territorio de Levante. Fue una temeridad de los mandos austracistas Das Minas y Lord Galway que atacaron cansado una posición firme con menos efectivos fiados en que su oponente se retiraría y no había recibido los refuerzos esperados desde Madrid.
Tras esta batalla la guerra duraría 7 años mas pero los valencianos y los aragoneses perdieron sus fueros aunque los únicos valencianos que combatieron en la batalla lo hicieron en el bando borbónico.
Además de guerra europea/mundial también fue una guerra civil española en la que había españoles que querían mantener una sociedad con fueros y privilegios regionales provenientes de la Edad Media y otros españoles que querían una sociedad mas unitaria con un poder central fuerte y mas igualdad entre los distintos territorios.
Hoy en día sigue teniendo España esa tensión territorial transversal con regiones que quieren la igualdad entre todos los españoles y otras que quieren apelar a privilegios históricos como factor de diferencia entre su región y el resto de regiones. Es el caso del fuero vasco y navarro que tiene un orden fiscal distinto al resto de los españoles.
Con esta batalla se ha hecho un mito entre los nacionalistas valencianos que piensan que en este momento histórico Castilla sojuzgó al poder valenciano cuando la realidad es que el siglo XVIII el despotismo ilustrado le vino muy bien a la economía valenciana y en la Guerra de la Independencia los valencianos lucharon por el Rey y por el Reyno tanto como cualquier otro territorio de la España de 1808. Pero, como dice John Ford en El hombre que mató a Liberty Valance, "Cuando la leyenda se convierte en hecho, se escribe sobre la leyenda"