Tras un amplio dispositivo de búsqueda que duró 24 horas, la Guardia Civil localizaba el 27 de julio en Ibi el cuerpo sin vida de un hombre, cuya familia había denunciado su desaparición de Castalla, la mañana anterior.
El hombre, que responde a las iniciales R.B.I, de 48 años de edad, fue encontrado en el el interior de su vehículo, perfectamente estacionado en la calle Castalla, tumbado en el asiento trasero.
Según la nota que difundió la Guardia Civil el día de su desaparición, esta persona necesitaba diariamente dosis de insulina debido a problemas de salud y esa parece ser la causa de su muerte.
Desde que la familia dio la voz de alarma, la Benemérita desplegó un amplio dispositivo de búsqueda en toda la comarca, en el que participaron también dos helicópteros. Pese a que no es habitual actuar con tanta celeridad en casos de desaparición, fue la propia alcaldesa de Castalla, Maite Gimeno, la que dio la orden de activar la alarma en el 112, debido a su grave estado de salud.
Según ha podido saber este periódico, R.B.I había salido recientemente de un estado de coma y, desde entonces, mostraba cierta desorientación. El hombre salió de su domicilio a las 8,30 horas, sin los medicamentos, y al no regresar a mediodía, la familia denunció su ausencia.
El miércoles por la mañana, la Guardia Civil localizaba su vehículo, aparcado en la calle Castalla, y en su interior el hombre fallecido.
El cuerpo fue trasladado al anatómico forense para practicarle la autopsia.