España es un país de vagos y de funcionarios, en acto y en potencia. Hace 30, 40 y 50 años uno sabía que si entraba a trabajar en Payá/Rico/Jyesa se iba a jubilar en dicha empresa con los complementos específicos de antigüedad añadidos al igual que uno/una sabía que si se casaba era para toda la vida con lo cual quedaban resueltas muchas inseguridades.
Hoy en día en el tema matrimonial no hay ningún tipo de seguridad y la gente no está para aguantar para según que cosas por lo que hay todo tipo de parejas y todo tipo de regímenes matrimoniales o de pareja. Esta flexibilidad relacional no se aplica al mundo laboral donde el sueño de los españoles es ser funcionario para tener un sueldo de por vida, trabajar por la mañana y que nadie te fuerce a rendir al máximo mas que tu propia conciencia.
Tan injusto es decir que todos los hombres piensan con la p... que decir que todos los funcionarios son unos vagos pero hay hombres que piensan con la p... y funcionarios que son mas vagos que el sastre de Tarzán. Ahora con la crisis estamos viendo que hay un problema cultural profundo mas que coyuntural: el problema de España es la productividad, mas bien la falta de la misma. Si un empresario o un autónomo deja de producir el resultado final suele la dura y fría calle (salvo que haya ahorrado o que sea un sinvergüenza que haya sacado dinero de la empresa para situarlo en paraísos opacos) mientras que si un funcionario o un empleado fijo es improductivo se lo tiene que comer el empresario o el Estado que somos todos. Consecuencia: ¿para que trabajar mas si haciendo lo mínimo cobro lo mismo?¿para qué me voy a esforzar si lo único que voy a hacer es a enriquecer al hijoputa del jefe? Así tenemos dos tipos de trabajadores: los que están fijos y a los que tienen contrato laboral temporal. Es tan caro echar a un vago o a un inútil que te toca quedártelo impidiendo poder dar trabajo a una persona con ganas de rendir. Y si es funcionario no lo puedes echar a menos que cometa un delito de sangre, al menos.
Con la que está cayendo a ningún empresario/autónomo le hace ninguna ilusión meterse en gastos fijos con gente que te puede no hacer falta o la que no puedas pagar por la merma del volumen de negocio; de esta manera crece y crecerá el número de empleados temporales. Queda el autoempleo o que te enchufe un político amigo en alguna institución pública.
La verdadera reforma laboral es una reforma mental: el trabajador tiene que mentalizarse en mejorar su productividad y crearse valor añadido para ser rentable por sí mismo y para la empresa. Abaratar el despido será un alivio para el empleador que podrá confeccionar una plantilla mas productiva y mas realista en relación al volumen de negocio coyuntural que pueda tener en un momento dado. Hay que pensar que si no todos los funcionarios son unos vagos no todos los empresarios son unos sinvergüenzas: para un empresario corriente echar a un trabajador valioso es un problema y no lo hace si lo puede evitar. Y una vez "normalizada" la empresa si puede lo recupera, al que no quiere recuperar nunca es al zascandil que siempre está buscando la manera de escaquearse, al incompetente o al absentista (que se da de baja para beber absenta en el bar a costa de la Seguridad Social o para trabajar para la empresa que ha puesto a nombre de su mujer o para otra empresa en "b")
Y el gobierno zapateril debería por patriotismo legislar a favor de la flexibilidad ya que está amortizado y le queda este verano; sería un buen legado para una economía sostenible. Ya que a éste gobierno le gusta legislar tanto en contra del matrimonio tradicional debería de legislar en contra del matrimonio laboral tradicional, tan antiguo, tan vertical y tan sindicalista él.
P.D.: me conozco algún antiguo concejal de origen sindicalista que de jefe es un verdadero cab... y es que no hay mayor enemigo del trabajador que el antiguo sindicalista reconvertido en jefe.
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