El marido y el hijo de la ex edil se negaron el martes a declarar ante el juez
Sarabia reta a un careo “a cualquiera” que la acuse de irregularidades en su gestión al frente del Polideportivo
La ex concejal de Deportes, Ana Sarabia, considera que se han “tergiversado” las recientes declaraciones de un familiar y una amiga en el juzgado de instrucción que investiga las presuntas irregularidades contables en el Polideportivo.
Opina que la acusación particular está intentando desvirtuar las declaraciones de los testigos, “porque, al parecer, cuando estos dicen la verdad, no le gusta escucharla”.
Sarabia afirma que nunca ha admitido irregularidades administrativas en el Polideportivo, “porque ningún concejal lleva la contabilidad, para eso se cuenta con los técnicos”, ni que se estuviesen haciendo mal las cosas “porque se hacían con el consentimiento de todos y cada uno de los técnicos y es como se ha hecho siempre”.
Además, niega que exista un desfase en las cuentas de 20.000 euros y también que haya existido una caja B. Según Sarabia era una caja fuerte donde se ingresaba todo lo recaudado en las actividades deportivas, cursos, viajes, socios del polideportivo y escuelas municipales y “todo está perfectamente cuadrado, justificado y contabilizado”.
La ex edil afirma que está dispuesta a tener un careo público con cualquier persona para defender su gestión pública.
Declaraciones en el juzgado
El marido y el hijo de Ana Sarabia se negaron el martes a declarar ante el juez acogiéndose a su derecho como familiares directos de la imputado.
El que sí lo hizo fue Víctor Sarabia Seguí (hijo de un primo hermano de la ex edil) que explicó que estuvo trabajando como monitor en las jornadas deportivas durante los años 2007 y 2008 y que recibió 600 euros por esta actividad. El testigo manifestó que presentó su currículum al escuchar en la radio que necesitaban monitores y que lo llamaron a las dos o tres semanas.
Reconoció que no tenía títulos o estudios de monitor, aunque había participado en campamentos y detalló que el primer sueldo se lo dio el gerente del Polideportivo y el segundo la propia Ana Sarabia, junto al resto de monitores, en kiosco de la Glorieta de España.
También declaró el martes Belén Sola Martínez, como amiga de Sarabia. La testigo fue llamada por la defensa porque participó en una concentración de motos en noviembre de 2008 celebrada en el parque Les Hortes.
Sola explicó que, de la recaudación de las entradas, la ex edil cogió 300 euros que le entregó para pagar a dos chicas que bailaron durante la concentración. El pago lo realizó ella por ausencia de Sarabia y explica que sólo se extrajo de la caja ese dinero.
A preguntas de la acusación, Belén Sola explicó que impartió durante once años clases de sevillanas en el gimnasio de Ana Sarabia y que no tiene una tienda de suministros materiales, sino de muebles de cocina y baño y nunca ha servido ese material al Ayuntamiento.
Para Ana Sarabia estas declaraciones confirman que no se ha quedado nunca con dinero y explica que el sueldo de los monitores procedía de las cuotas de los padres a la escuela de verano. “No era dinero del Ayuntamiento, era dinero particular de cada niño”. Explica que los trabajadores estaban cubiertos por un seguro de Responsabilidad Civil y confirma que “nunca se les ha hecho ningún contrato a estos monitores, era una actividad esporádica por la que cobraban una gratificación, siempre a criterio municipal”.
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