Al cierre de esta edición de Escaparate, el reparto de delegaciones en Ibi está ya cerrado, a falta de decidir quién asumirá el área de Fiestas. La rumorología, que va que vuela, se la adjudica a Juan Valls, del CDL, en cuyo caso estaría pactando con el PP con todas las de la ley.
Pero, de momento, vayamos a lo seguro: en caso de que todas las competencias se las quedara el Partido Popular, definitivamente comenzaría en Ibi el mejor ejemplo de Democracia (con mayúsculas) que se va a ver por estas lindes. Gobernará la lista más votada, como debe ser, y para cada propuesta, para cada moción y para cada toma de decisiones habrá que contar con todos los partidos y escuchar todas las posturas. Lo que sea beneficioso para Ibi será aprobado y lo que no se acabe de ver claro será rechazado, pero todo será debatido. Confiemos en que así sea y esperemos no tener que confirmar los rumores.
Otro cantar es el caso de Castalla, con un gobierno del PSOE que se plantea duro e inestable, al haberse propiciado gracias a los apoyos del Bloc (de ideología nacionalista de izquierdas) y UCiD (escisión de miembros del Partido Popular disconformes con José Luis Prats). Izquierdas y derecha tendrán que convivir y ponerse de acuerdo para sacar adelante las propuestas plenarias, que son las que deciden qué se hace y qué no a nivel municipal.
Mientras, el Partido Popular de Prats, otra derecha, ha pasado en bloque a la oposición, pese a ser la lista más votada. Si el sistema político permite estas amistades peligrosas, habrá que respetarlo y desearle toda la suerte del mundo a la nueva alcaldesa, Maite Gimeno.
Y en Tibi, otro cambio radical: del PSOE al PP por obra y gracia de AIDU. En los tres casos, ojalá sea verdad eso de que se va a trabajar a brazo partido por el bien común y el beneficio de todos.
Y nosotros que lo veamos y se lo podamos contar.