Durante los últimos días, habrán recibido en sus hogares el boletín-periódico-panfleto del “grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Ibi”, que es así como lo firman, por lo que supongo que la integridad de su contenido la suscriben los doce concejales que ahora conforman dicho grupo, aunque alguno ya se ha desmarcado en privado, y me dice que lo hará públicamente.
El PP, faltaría más, tiene todo el derecho del mundo a editar y repartir su propaganda, a explicar su gestión, a magnificarla incluso y a exagerarla. Tiene también derecho a ocultar a la ciudadanía sus monumentales errores cometidos a lo largo de esta legislatura, sus enfrentamientos internos, sus expulsiones, su cese de concejales y retirada de delegaciones, e incluso a seguir sin explicar multitud de cuestiones. Tiene, por tener derecho, hasta a decir que la oposición somos muy malos, que les hacemos mucha pupa con nuestra labor de oposición, que no les gusta ni un pelo.
Un equipo de gobierno que obtuvo nada menos que 13 concejales con un respaldo mayoritario de la ciudadanía, podría, gestionando simplemente de un modo “aseadito”, volver a revalidar esa mayoría de calle. Si el equipo de gobierno recurre a panfletos incendiarios y llenos de mentiras, acusaciones difamatorias y en algunos casos, infantiloides y se dedica, en lugar de explicar su gestión, a poner a parir a la oposición, lo que destila es MIEDO.
Como este panfletito lo suscriben los doce concejales del equipo de gobierno, debo entender que a todos ellos, incluido el concejal de Fiestas, Santiago Doménech también le parece estupendo afirmar gratuitamente que un servidor se dedica a pagar boatos de abanderada con lo que gano el Ayuntamiento. A éste al menos, por la delegación que ostenta le pregunto si eso les parece correcto o si se desmarca. Si él y los demás sus vacaciones, sus bodas, sus festejos, sus fiestas de moros y cristianos, también se los pagan gracias a ser concejales en el Ayuntamiento. A mí, eso me parecería ruin y rastrero si alguien lo afirmara, porque tengo claro que ustedes, como yo, vivimos de nuestro trabajo, antes y ahora, y celebraremos y viviremos como nos de la gana y nos permitan nuestros ingresos. La fiesta está, o debería de estar por encima de rivalidades políticas. En mi caso ya les digo que en mi comparsa están invitados y siempre serán bienvenidos. Pero todo no vale.
Y en cuanto al tema de la factura que pretenden atribuirme, es muy fácil señor Agüera. Ponga el día y hora que usted quiera, en el salón de actos de la casa de la cultura, con público, con televisión en directo, y comenzamos a proyectar en pantalla gigante sus facturas de sus visas y las de sus compañeros, de las mías, sus dietas y las mías, sus viajes y los míos, sus gastos y los míos. Con debate y todas las explicaciones necesarias. Y por supuesto, con disponibilidad para todos de toda la documentación que hace tres años que esconden. Están tardando.
[volver]