El portavoz del CDL, Juan Valls, lanzó en el Pleno del lunes un ruego a todos los concejales para acabar con “los privilegios” del cargo que tanto, dijo, denuncian los ciudadanos.
Valls propuso que los ediles renuncien a las dos entradas que tienen asignadas como protocolo para todos los espectáculos culturales que se programan en el Teatro Río o, en tal caso, que devuelvan la entrada si no piensan asistir, en lugar de regalarla a familiares o amigos.
Juan Valls hizo un cálculo aproximado para demostrar el ahorro que este gesto supondría a las arcas municipales y que ascendería a 54.600 euros (sobre una media de 25 euros por entrada por 52 semanas).
La medida fue bien acogida en las filas de EU y del PSOE que ya adelantaron su voto favorable a una posible moción en este sentido. José Vicente Verdú indicó que nunca las había pedido y que renunciaba a ellas desde ese momento. Por su parte, la portavoz socialista, Susana Hidalgo, explicó que renunció a ellas desde que entró en el Ayuntamiento y el resto de concejales del grupo “las devuelve a la taquilla si no las usa”.
El responsable de Cultura, sin embargo, defendió que las entradas forman parte del protocolo municipal y que “se hace siempre y en todos los sitios”. Juanjo Santoyo explicó que los ediles del PP “también las devuelven si no las usan” e instó al portavoz del CDL a “qué se ahorre en la comida de fiestas”.
La alcaldesa consideró el asunto menor y el ahorro “pecata minuta”. Según Mayte Parra, la asignación de entradas es un reconocimiento al cargo de concejal “que realiza un esfuerzo para asistir a todos los actos adonde se le invita”.
En cambio, para Juan Valls la medida supone “dar ejemplo y buena imagen” dado el “gran descrédito que tienen los políticos ante al sociedad” y, además, una demostración de que el CDL “no está aliado con nadie”. Valls trasladará este asunto a la próxima reunión de portavoces.