La semana pasada comenzó la excavación arqueológica del interior del aljibe de la villa, en la subida al Castillo de Castalla, como paso previo para su consolidación.
Según el arqueólogo Juan Antonio Mira, esta actuación era “más que necesaria”, porque el paso del tiempo ha afectado a la base sudeste del aljibe (que corre peligro de desprenderse) y tres de sus muros (Norte, Este y Sur).
La excavación comenzó el lunes 18 de octubre, bajo la dirección de dos de los miembros del equipo investigador del Castillo (los arqueólogos Juan Antonio Mira y José Ramón Ortega), el apoyo logístico de la concejalía de Patrimonio, el área de Prehistoria de la Universidad de Alicante y los operarios de la empresa local Dopema.
El trabajo se concentra en la excavación del relleno del interior del aljibe, formado por una mezcla de tierra con restos materiales (cerámica, fauna, metal, vidrio y otros restos) y bloques rocosos, de considerable tamaño, desprendidos del cerro en su momento.
Técnicos del área de Patrimonio del Ayuntamiento explican que, dejando a un lado los restos contemporáneos, que corresponden a basura actual, “los materiales recuperados hasta ahora pertenecen a la Edad Media (siglos XI-XV) e inicios de la Edad Moderna (siglo XVI)”. Además, los materiales son de adscripción andalusí (como el propio aljibe, que fue construido en el siglo XI) y cristiana.
Las mismas fuentes explican que esta actuación permitirá la recuperación social “de este interesante ejemplo de la arquitectura del agua y uno de los pocos elementos visibles de la villa medieval” (junto con la Ermita de la Sangre y las murallas). Asimismo, “no hay que olvidar que la recuperación de este aljibe enriquecerá mucho más la visita en el propio Castillo”, afirman.