Carta abierta a quienes solicitan que entregue mi acta de concejal
Existen, al parecer, determinadas personas que tienen especial interés en que entregue mi acta de concejal, muestra evidente del talante democrático de quienes lo solicitan a costa de injuriar, manchar y mancillar con afirmaciones falsas a todas las personas que se encuentren a mi lado (a nivel personal, profesional y familiar). A ellos va destinada esta misiva.
Yo no entendía que la vida política pudiera ser así y sigo resistiéndome a llegar a la creencia de que en un estado democrático se utilicen prácticas nada aconsejables, sucias y maquiavélicas que pretendan ensuciar no a quien escribe la presente (con el “hándicap” que supuso en su día aceptar participar en la vida política de nuestro pueblo), sino a familiares, militantes y afiliados del Partido Popular, amigos y clientes con un único y exclusivo fin: que entregue mi acta de concejal. Y yo lanzaría la siguiente pregunta a quienes lo solicitan:¿Por qué? ¿A qué temen?.
Tales prácticas, afortunadamente sólo ejecutadas por algunas personas, desgraciadamente se han convertido en algo cotidiano, en un “modus operandi” donde el todo vale a costa de lo que sea, pues el poder está en sus manos, poseen herramientas para difundir cualquier rumor por infundado que sea con el único objetivo de dañar tu imagen y la de las personas que te rodean y si llega a ser necesario y conveniente tal y como en alguna ocasión se me ha advertido “preparar una batería de denuncias” contra mi persona (sin fundamento o prueba alguna) ante la creencia de que el ciudadano de a pie se lo cree todo y más si se lanza desde algún órgano de poder.
Flaco favor se está realizando a nuestro sistema democrático por parte de determinadas personas desde el mismo momento en que el debate no se centra en divergencias o cuestiones políticas sino que empezamos a invadir el ámbito de la intimidad de una persona. Me consta que mi caso no es el único y que han sido y son varios los damnificados de esta tentativa de linchamiento mediático.
La verdad sólo tiene un camino y tengo la esperanza de que el tiempo acabe poniendo a cada uno en su sitio pues la única denuncia que he formulado ha sido a través de un escrito presentado por registro de entrada en el Ayuntamiento de Ibi advirtiendo de conductas y prácticas que a mi entender eran irregulares al objeto de que se adoptaran las medidas correctivas oportunas y se remitieran al órgano correspondiente. Obtuve por respuesta virulencia, advertencias de acoso y derribo y confirmación de “expulsión”.
Finalmente he de poner en conocimiento de las personas que tanto interés muestran en que entregue mi acta de concejal que, por el momento, no voy a satisfacer sus deseos y les lanzo un último ruego: Les pido encarecidamente que se centren en su trabajo pues tienen que asumir una responsabilidad muy importante que el pueblo de Ibi les encomendó en las urnas, que dejen de utilizar los medios como un “folletín rosa” y aborden las cuestiones que verdaderamente afectan al interés general de nuestro pueblo.
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