Els Enfarinats toman un año más el poder
nizan Enfarintats i Oposició a base de harina, huevos y cohetes borrachos, logra acaparar todos los 28 de diciembre la atención de los medios de comunicación más importantes del país y este año no ha sido una excepción.
Pero no sólo a ellos, con el tiempo esta fiesta transgresora congrega a un mayor número de personas, movidas por la singularidad de estos personajes que toman el poder civil de manera símbolica por un día.
A primera hora de la mañana, la alcaldesa entregaba la vara de mando al alcalde dels enfarinats y después éstos, en el salón de plenos municipal, daban lectura a las normas de conducta que impondrían hasta las cinco de la tarde.
En las escalinatas de plaza de la iglesia esperaban cientos de personas para presenciar la famosa batalla, donde emplean cientos de kilos de harina y casi un millar de huevos.
Este año, tres espectadores fueron víctimas de sus bromas y acabaron en la prisión y completamente enharinados.
Tras más de una hora de lucha, Enfarintats i Oposició recorren los comercios de la localidad imponiendo sus normas e impuestos, cuyo fin es recaudar fondos para el Asilo San Joaquín. Este año conseguían cerca de 600 euros.
A las cinco de la tarde finaliza su poder y otorgan el protagonismo al rei del casats para que comiencen los días de danza.
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