Los dos pinos monumentales que se habían quedado en medio de las obras de urbanización en el Puente Picó han sido finalmente talados, pese a que la edil de Urbanismo y Medio Ambiente, Amparo Pina, anunció recientemente que intentaría evitarlo.
Según un informe de Medio Ambiente, los dos pinos son “espectaculares pero nada más” ya que no cumplen ninguna de las características morfológicas necesarias para ser catalogados como ejemplares singulares dentro del PGOU. Los requisitos que se exigen, según Medio Ambiente, son tener 350 años de edad, 30 metros de altura, 6 metros de perímetro de tronco y 25 de diámetro.
La asociación Amics de les Muntanyes ya expresó su temor por el destino de estos pinos y pidió que no desaparecieran como pasó con el pino de la Capellanía, cuando se urbanizó la zona de ocio, o el ejemplar de ailanto que había en la Vía.
Por otro lado, la edil Amparo Pina indica que en el próximo Pleno se nombraran los miembros del consejo de Medio Ambiente y posteriormente se convocará la primera reunión.