Hasta hace relativamente poco tiempo había un importante negocio entre los establecimientos farmacéuticos, los laboratorios, el estado de bienestar y los consumidores en el tema de los medicamentos. El médico recetaba medicamentos de marca con mas dosis de los que le hacían falta al paciente, el paciente pactaba con el farmacéutico la entrega de medicamentos a cuenta de las recetas que en breve plazo su médico de cabecera le iba a prescribir. Las farmacias se traspasaban por verdaderas millonadas, los visitadores médicos regalaban gadgets publicitarios y otras cosas a los médicos recetadores mientras que las caras medicinas sobrantes de los tratamientos iban a parar a la basura o la alacena. Era la fiesta del gratis total de la sociedad del bienestar. Yo nunca entendí porqué los farmacéuticos eran del PP si el negocio lo tenían en la socialdemocracia del Estado Benefactor.
Ahora, con las vacas flacas y el descrédito (financiero) de la Generalitat Valenciana, los médicos están obligados a recetar marcas blancas y a tener un control sobre la firma de recetas con los que los laboratorios y las farmacias merman sus, antaño, elevados ingresos. Aparecen las parafarmacias y en los bares se venden condones con lo que siguen mermando sus ventas; finalmente la Generalitat paraliza los pagos con lo que su gran y último negocio deja de ser rentable: las recetas de la Seguridad Social. Está claro que sufre mas la farmacia de Tibi que una de Benidorm por el tipo de cliente que va a una o a otra pero este es un problema que se han creado ellos mismos al considerarse un negocio "especial" controlado por su colegio profesional que decide cuantas y donde se puede poner las farmacias como si éstas no fueran comercios como los demás.
Si los demás llevamos tiempo sufriendo debido a la ruptura de la burbuja inmobiliaria o al desplome de la actividad industrial o la competencia de "los chinos" ahora le toca sufrir a los farmacéuticos que amenazan con dejar de suministrar medicamentos con receta de forma gratuita a los pobre jubilados que no acaban de morirse. Ahora es el momento de demostrar que son un sector "de excepción o especial con vocación social" dando un balón de oxígeno a la sociedad de bienestar que tanto dinero les ha dado en ganar; también pueden ser empresas como las demás y cerrar farmacias no rentables; montar franquicias con central de compras o aguantar a que te pague la administración autonómica como hacen tantos y tantos proveedores de otros sectores de la economía comunitaria. No hay otra receta.
P.D.: Hay una alcaldesa del PP en nuestra provincia que es diputada autonómica y que no cobra el sueldo de alcaldesa por el "bien del pueblo" pero que cobra las dietas de desplazamiento desde Alicante hasta Valencia cuando va en el coche oficial del ayuntamiento que es que le paga los viajes a la alcaldesa. ¿es la única que lo hace? Esto es lo que hay: dinero para golfos/golfas de políticos/políticas y aplazamientos de pagos para proveedores (incluyendo a los llorones farmacéuticos).