Desde que llegaron los recibos de la luz en enero, la Oficina municipal de Información al Consumidor no ha dejado de recibir visitas de afectados por las elevadas facturas, que en algunos casos llegan hasta los 700 euros.

Más de medio centenar de ciudadanos han acudido a la OMIC con sus recibos, solicitando una revisión de la facturación y la tramitación de reclamaciones en el caso de existir irregularidades. En este sentido, la responsable de la OMIC, Loli Soler, explica que son muy pocos los recibos que presentan anomalías, “en la mayoría se ha efectuado correctamente la lectura”, añade.

Aun así, y ante las numerosas dudas que están planteando los ciudadanos, Soler recomienda, antes de solicitar una revisión del contador de luz a la compañía eléctrica, cuyo coste asciende a más de 100 euros, que se efectúen una serie de comprobaciones.

En primer lugar, asegurarse de que el contador es el propio, desconectando el interruptor general y observando que el contador con el número de serie de la factura sigue girando. En segundo lugar, comprobar que la cantidad de kilowatios no se debe a la acumulación de lecturas anteriores porque no se ha leído el contador. Esto se conoce como lectura estimada y aparece en color gris en los gráficos .

También se aconseja comprobar que el aumento no es debido a un consumo real y, en tal caso, esperar a disponer de la siguiente factura para comprobar si continúa el consumo alto. Por último, hay que asegurarse de estar consumiendo la potencia contratada y, en tal caso, considerar si es necesaria tanta para el funcionamiento cotidiano.