La renuncia oficial en el Pleno de la primer teniente de alcalde, Rosa Ibáñez, se convirtió en una sincera y emotiva despedida, a la que asistieron numerosos funcionarios, vecinos, amigos y familia.
La edil popular Rosa Ibáñez presentó el 6 de marzo su dimisión por problemas de salud y abandona la política tras una legislatura completa y transcurridos nueve meses de esta segunda etapa, donde ostentaba la responsabilidad en las áreas de Educación, Servicios Públicos, Deportes, Contratación y Protocolo.
En su discurso de despedida ante el Pleno celebrado el 14 de marzo, Ibáñez recalcó que ha sido una decisión “personal, firme y sentida” y pidió que no se “utilizara” más su renuncia porque ha sido “simple y únicamente por motivos de salud”. Su estado era visiblemente delicado, hasta el punto que hubo que ayudarla a subir algunas escaleras.
La exedil se deshizo en elogios hacia sus compañeros de partido, especialmente, hacia Miguel Ángel Agüera al que calificó de “consejero, amigo, noble, sincero y bondadoso”. De la alcaldesa destacó su perseverancia, valentía y sacrificio y de Juanjo Santoyo, su complicidad y honestidad.
Pero Rosa Ibáñez tuvo palabras de agradecimiento para todos; para los empleados públicos, medios de comunicación, grupos de la oposición y, muy especialmente, para su familia.
Aseguró que su vocación es la política y que deja todas las “ventanas abiertas” para un futuro prometedor.
Tanto Mayte Parra como el resto de portavoces políticos destacaron el talante afable y comprometido con el trabajo de la exedil que le ha reportado muchos amigos y un gran respeto entre sus adversarios políticos.
Antes de su marcha del Pleno, se le hizo entrega de varios regalos.
Rubén Barea será el próximo concejal del PP en el Ayuntamiento, tras haber renunciado Santiago Doménech al cargo, que le correspondía por orden de lista.