El tercer alcalde que tuvo Castalla en democracia, Juan Rico Rico, que ostentó el cargo durante dos décadas (1987- 2007), fue despedido por cientos de vecinos el sábado 26 de febrero, dos días después de su fallecimiento, tras habérsele reavivado la enfermedad que le mantuvo alejado de su cargo durante varios meses en el tramo final de su mandato.
El féretro fue velado en el tanatorio La Foia durante todo el viernes, recibiéndose en este transcurso de tiempo numerosas coronas de flores, entre ellas una de Eduardo Zaplana y tres por parte del Ayuntamiento (una de la Corporación, otra del Grupo Popular Municipal y otra de los funcionarios).
Asimismo, el Ayuntamiento envió una carta de condolencia a la familia de Juan Rico Rico nada más conocerse su fallecimiento.
El sábado 26 por la mañana, el féretro donde descansaba Juan Rico Rico, quien era en la actualidad presidente del PP local, fue llevado a hombros desde el tanatorio hasta la parroquia de la Asunción, en cuyo interior no cabía un alfiler. Asimismo, la comitiva fúnebre estuvo compuesta por más de 200 personas, muchas de las cuales no pudieron acceder al templo.
Entre las personalidades políticas que arroparon a Rico en su último viaje se encontraban alcaldes y exalcaldes de la comarca, diputados provinciales, empresarios y el presidente de la Diputación Provincial de Alicante, José Joaquín Ripoll.