Ya han recorrido más de 10.000 kilómetros y han superado el ecuador del rally solidario
Los aventureros del Mongol Rally han llegado a Tajikistán
Los aventureros César Albero, padre e hijo, ya han llegado a Tajikistán. Ya han recorrido casi tres cuartos de la aventura solidaria que emprendieron el 18 de julio en Barcelona y que finalizará el 15 de agosto en Ulán Bator, capital de Mongolia.
Las aventuras de estos dos colivencs no se están quedando atrás respecto a las perspectivas que tenían antes de emprender este viaje, este reto, esta aventura solidaria. Ya han llegado a Tajikistán y, en el momento de publicación de esta noticia, se encontraban "en Dushanbe, esperando a otros equipos españoles (Tramuntana Express y Equipo A) que nos llevan un par de horas de retraso", según han informado los Albero a este periódico.
Desde Tajikistán, han de emprender la famosa ruta de Pamire, que recorre una gran distancia por la parte Norte del Himalaya. En Tajikistán, según los aventureros de 'Venim d'Onil', las carreteras son de tierra y muy malas, y el país es muy pobre, pero sus gentes son extremadamente amables, excepto la policía del país. Este último dato se explica con una anécdota que sufrió César hijo mientras iba al volante de su Kangoo. En un cruce, un policía les dio el alto por haberse saltado un semáforo; pero dicho semáforo no existía. Al final, le pusieron una multa de 10 dólares por saltarse una barrera. Y otro agente, en la frontera entre Uzbekistán y Tajikistán les pidió 80 sunomis, diciéndoles que eran 30 euros cuando, en realidad, sólo eran 18 euros. Incluso la policía estafa a los extranjeros.
Otras anécdotas que ilustran la pobreza del país y la amibilidad de sus gentes son, respectivamente, el hecho de que vieran un coche de Naciones Unidas en Tajikistán y, por otra parte, la amabilidad de un niño que les acompañó a un taller para reparar una pieza averiada de su Kangoo. Como agradecimiento, los Albero le dieron al chico un balón, una camiseta, muñecas para sus hermanas y tabaco para su padre; yéndose éste muy contento de vuelta a casa.
Anteriormente, su periplo les llevó a cruzar, tras dejar atrás el Viejo Continente, los países de Irán, Azerbayán, Turkmenistán y Uzbekistán. La parte más positiva de esta aventura solidaria es el tiempo que, entre etapa y etapa del rally, tienen para visitar ciudades y lugares turísticos de los países que van recorriendo. En la última semana han visitado la ciudad de Teherán (capital de Irán), Samarkanda (Uzbekistán), la ciudad más antigua del mundo y Bukhara, otra ciudad uzbeca en la que tenían que pasar por un control de participantes del Mongol Rally.
Pero, posiblemente, la visita turística más espectacular de todo el viaje la hicieron en Turkmenistán. Concretamente, mientras recorrían el gran desierto de Karakum, que ocupa el 70% del país, y es rico en gas y petróleo. En mitad de él se encuentra el pozo de Darvaza (Puerta del Infierno); un cráter de 60 metros de ancho por 20 de profundidad que se creó por un error en un gaseoducto y del que, desde hace años, emerge una luz que, de noche, se puede ver desde kilómetros de distancia. Esa luz no es más que una llama constante que quema todo el gas que emerge del interior de la tierra, ofreciendo una postal espectacular.
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