Las obras de clausura y restauración del vertedero de inertes han concluido y la Corporación municipal inauguraba el 4 de octubre estos trabajos, que han durado tres años. La escombrera estaba ubicada en el Paraje Natural de San Pascual, junto a la Estación Biológica Torretes-Font Roja.
La inversión efectuada ha sido de 1.033.855 euros por una subvención obtenida de los Fondos Ruralter– Paisaje, concedidos a través de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Según explicaba el ingeniero y director de obras, Antonio Vilaplana, se ha actuado para estabilizar las tierras, frenando con ello el consecuente riesgo de derrumbe y peligro para las viviendas cercanas, para eliminar la posibilidad de una filtración de aguas mediante un sellado con arcillas y bentonita, y, por último, se ha mimetizado toda la superficie plantando 8.775 especies arbustivas autóctonas y 260 árboles.
También se han construido escolleras de agua, un muro de hormigón y se han habilitado terrazas con barandillas, bancos y papeleras de madera que facilitan el paseo por la zona.
La alcaldesa fue la encargada de cortar la cinta inaugural, acompañada de las concejales de Urbanismo y Medio Ambiente y Servicios Públicos, de representantes de todos los grupos políticos y de la empresa contratista, Castelló Construcciones e Infraestructuras, S.L.
Antonio Vilaplana afirmaba que el proyecto tenía unos objetivos bastante complejos y “se han conseguido”.
Por su parte, Mayte Parra indicaba que la actuación era necesaria al registrarse desplazamientos de materiales y aparición de grietas. Agradecía, asimismo, a la Conselleria su el apoyo económico y manifestaba que “esta escombrera nunca tenía que haber existido”.