Una vez ya se han repartido las delegaciones en casi todos los ayuntamientos de la comarca, ahora es cuando verdaderamente comienza la legislatura y se va a poder ver el desarrollo de los pactos, acuerdos o entendimientos que se han dado en varios municipios.
Al final, en Ibi se han confirmado los rumores que adelantaba este periódico la semana pasada y Juan Valls, del CDL, ha aceptado la concejalía de Fiestas y Tradiciones. Desde luego, parece un pacto explícito, aunque él diga que no. Esperemos que así sea y Valls se mantenga firme en sus convicciones. Si no, habremos dado cientos de vueltas para acabar donde estábamos al principio.
En Castalla, el talante de Maite Gimeno es bien distinto al que ha habido durante 24 años en el Ayuntamiento. Para empezar, se han querido repartir las delegaciones entre todos los partidos con representación municipal, incluido el PP. Sin embargo, los populares, que casi siempre le han negado a la oposición el pan y la sal, ahora rechazan este loable ofrecimiento y prefieren no tener competencias.
Así, las concejalías con contenido recaen en los ediles del PSOE, Bloc y UCiD, destacando las áreas de Hacienda y Urbanismo, que serán gestionadas al alimón entre el socialista Paco Tortosa y el hijo del exalcalde, Juan Antonio Rico, de UCiD. Veremos cómo evoluciona esta, cuando menos, curiosa entente.
En Onil ha pasado al revés que en Castalla: el PP, que la anterior legislatura repartió delegaciones también entre el PSOE, esta vez ha preferido quedárselas todas. No parece que vaya a haber ningún problema en la gobernabilidad de la villa muñequera, al igual que en Biar.
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